La iglesia de la Asunción de Nuestra Señora, en As Lagoas, volvió ayer a celebrar cultos después de siete meses cerrada para acometer una remodelación integral que ha subsanado los problemas existentes, además de mejorar la estética.
Una iglesia de estética moderna y más acogedora. Fue lo que se encontraron ayer los feligreses de la parroquia de la Asunción de Nuestra Señora, en el barrio de As Lagoas (junto al Campus universitario), que pudieron contemplar ayer la remodelación realizada en la iglesia. La reforma era necesaria para subsanar los problemas que presentaba el edificio, construido en el año 1964. En concreto, la cubierta presentaba fallos de aislamiento y existían goteras, mientras las condiciones térmicas provocaban mucho calor en verano y frío en invierno. Además, la acústica era deficiente. Las obras han subsanado estos problemas, además de aportar mejorar la estética del inmueble y darle un aspecto de mayor calidez.
Las reformas han tenido un coste de 350.000 euros, en parte financiado por el Obispado, si bien la parroquia también pidió la colaboración de los ciudadanos, con una contribución orientativa de unos 200 euros, en función de las posibilidades de cada uno. Al inicio de las obras, el pasado octubre, la parroquia remitió unos folletos a los ciudadanos informando de la actuación prevista y, en los últimos días, trasladó de nuevo su petición, porque la colecta va poco a poco; algunos ya han entregado su donativo, mientras otros lo están haciendo a plazos, explican. Por ello, invitan a todos los feligreses a que acudan a la iglesia a contemplar el trabajo realizado y se animen a aportar su contribución.
Mejora del altar, cubierta y pavimento
Para subsanar los problemas existentes, en el tejado de la iglesia se ha instalado una nueva cubierta de zinc, mediante el sistema de junta alzada, y se instaló un falso techo de escayola abovedada. En el campanario se han rematado los huecos existentes con chapas de zinc, mientras en el altar se mejoró la claraboya y se instaló una nueva cúpula. También se remodeló la capilla y se renovó el pavimento (combinando piedra caliza y tarima flotante), entre otros trabajos. Las obras tuvieron una duración de siete meses y requirieron el cierre completo de la iglesia.
Las reformas han tenido un coste de 350.000 euros, en parte financiado por el Obispado, si bien la parroquia también pidió la colaboración de los ciudadanos, con una contribución orientativa de unos 200 euros, en función de las posibilidades de cada uno. Al inicio de las obras, el pasado octubre, la parroquia remitió unos folletos a los ciudadanos informando de la actuación prevista y, en los últimos días, trasladó de nuevo su petición, porque la colecta va poco a poco; algunos ya han entregado su donativo, mientras otros lo están haciendo a plazos, explican. Por ello, invitan a todos los feligreses a que acudan a la iglesia a contemplar el trabajo realizado y se animen a aportar su contribución.
Mejora del altar, cubierta y pavimento
Para subsanar los problemas existentes, en el tejado de la iglesia se ha instalado una nueva cubierta de zinc, mediante el sistema de junta alzada, y se instaló un falso techo de escayola abovedada. En el campanario se han rematado los huecos existentes con chapas de zinc, mientras en el altar se mejoró la claraboya y se instaló una nueva cúpula. También se remodeló la capilla y se renovó el pavimento (combinando piedra caliza y tarima flotante), entre otros trabajos. Las obras tuvieron una duración de siete meses y requirieron el cierre completo de la iglesia.
