La Rúa da Canle, que da acceso al aparcamiento del Auditorio municipal y que comunica con Montealegre y la urbanización de Monterrey, permanece cortada desde hace meses por obras, para disgusto de usuarios y vecinos, que deben dar largos rodeos antes de llegar a su punto de destino. Tras meses de incomodidades, el Concello ha asegurado que la obra será finalmente recepcionada en la junta de gobierno del próximo jueves, por lo que abrirá de forma inmediata a finales de la semana que viene.
La calle lleva en obras -consistentes en nuevas aceras, mejora del firme y actualización de las infraestructuras se saneamiento y alcantarillado- más de ocho meses y los trabajos se retrasaron aún más por las diferencias entre la empresa constructora y el Concello, en relación con el coste de la reordenación del tráfico a través de bandas rugosas para prevenir el exceso de velocidad por ser una vía de pendiente elevada.
Desde el Concello se ha asegurado que las obras no se recepcionaron antes porque no se habían cumplido los requisitos y las condiciones marcadas por los ingenieros municipales que inspeccionaron los trabajos, ya que hubo problemas con el firme y con un acta de Unión Fenosa, a propósito de la instalación de alumbrado público. Pero el mismo gobierno municipal ha indicado que las diferencias están solventadas y que la recepción de la obra, paso previo para su apertura, es cuestión de sólo seis días.
El largo cierre de la calle al tráfico ha causado numerosas molestias a los vecinos pero también a la circulación de vehículos ya que esta es una vía muy utilizada para desplazamientos a Monterrey y para el propioa cceso a la multitud de edificio residenciales construidos en las inmediaciones de la calle, donde residen decenas de familias.
Además, es difícil el acceso de los equipos de emergencias y ya se ha producido algún conato de incendio al que los bomberos tardaron en llegar precisamente por la complejidad para entrar en el vial.
Desde el Concello se ha asegurado que las obras no se recepcionaron antes porque no se habían cumplido los requisitos y las condiciones marcadas por los ingenieros municipales que inspeccionaron los trabajos, ya que hubo problemas con el firme y con un acta de Unión Fenosa, a propósito de la instalación de alumbrado público. Pero el mismo gobierno municipal ha indicado que las diferencias están solventadas y que la recepción de la obra, paso previo para su apertura, es cuestión de sólo seis días.
El largo cierre de la calle al tráfico ha causado numerosas molestias a los vecinos pero también a la circulación de vehículos ya que esta es una vía muy utilizada para desplazamientos a Monterrey y para el propioa cceso a la multitud de edificio residenciales construidos en las inmediaciones de la calle, donde residen decenas de familias.
Además, es difícil el acceso de los equipos de emergencias y ya se ha producido algún conato de incendio al que los bomberos tardaron en llegar precisamente por la complejidad para entrar en el vial.
