La locomotora, nueva víctima de la censura

Un miembro de las asociaciones pontinas coloca la pancarta.
photo_camera Un miembro de las asociaciones pontinas coloca la pancarta.
La vieja máquina de ferrocarril de A Ponte, emblema de la ciudad, abandonada a su suerte: los vecinos colocaron una pancarta de auxilio apelando al alcalde y el Concello la retiró a las tres horas

El Concello de Ourense se ha vuelto alérgico a las pancartas reivindicativas y ha comenzado una caza de brujas contra aquellos que osan hacer demandas al alcalde. Después de que en Seixalbo sorprendiese la semana pasada un despliegue policial para retirar un cartel que pedía un servicio de autobús digno -tras publicarse la pancarta en La Región- ayer le ha tocado el turno de la censura a los pontinos. La locomotora de A Ponte, emblema de Ourense abandonado durante años, ya no puede más.

Las asociaciones del barrio (Andén Primeiro, As Termas y Vía Vella) claman contra el estado de deterioro de esta vieja máquina de tren de la que solo existe una réplica más en el mundo. Los activistas pontinos colocaron ayer una pancarta que decía “¡Socorro! Alcalde cumple!”, en relación a la promesa del regidor ourensano por restaurar la locomotora. Promesa que nunca llegó a cumplir. El cartel quedó instalado a las 11,00 horas sobre la locomotora y poco antes del mediodía, los vecinos observaban cómo la Policía Local se afabana en retirar la pancarta en tiempo récord. 

No es la primera desgracia que le ocurre a la locomotora de A Ponte. Además del desgaste del tiempo, no reparado por el Concello, es habitualmente víctima de los vándalos. Hace apenas un mes, un hombre retiraba piezas de la vieja máquina a plena luz del día. Las asociaciones As Termas, Vía Vella y Andén Primeiro solicitaron al Concello atención para este elemento patrimonial en numerosas ocasiones.

El año pasado se reunieron con Jácome, que les prometió una restauración. Nada volvieron a saber. Ante el pasotismo institucional, ayer se decidieron por colgar una pancarta de auxilio. “Os pontinos queremos que arranxe a máquina xa. Puxemos a pancarta para que os veciños saiban que queremos que as cousas se arreglen. Pero veu a Policía Local e sacounas”, explica Fernando Moure, de Andén Primeiro.

La locomotora se fabricó en Bélgica en 1927: solo se crearon cuatro idénticas y solo dos permanecen en pie: la ourensana, que es la número 72, y la 74, en el Museo del Ferrocarril de Cataluña.  Es de las llamadas “Mastodonte” y se fabricó para la línea Valencia-Calatayud, que tenía una fuerte pendiente que había que solucionar con máquinas de mayor potencia. En los sesenta quedaron en desuso. La ourensana fue cedida al Concello en 1976. 

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