Loiro, una pequeña aldea de Barbadás, encendió ayer su iluminación navideña. Esta decoración y estas luces significan algo más que unas fechas señaladas, ya que todos los vecinos participan en un decorado “100% artesanal”. La iniciativa parte de la asociación cultural “Loiro na Memoria”, presidida por Manuel Fernández, comenzó hace cuatro años y ni siquiera la pandemia pudo frenar al espíritu de todo un pueblo.
Como novedades en la decoración de este año, destaca la plaza do Campiño, por la que se accede al núcleo, ya que cuenta con un gran árbol de luces led fabricado y decorado por uno de los vecinos del pueblo. Si bien es cierto que ya habían fabricado otros, “éste es el más ambicioso”, subraya Fernández. En esta misma plaza, quien visite Loiro estos días se encontrará con una representación de un pueblo, también fabricado por los residentes. “Cada vecino ha construido una casa y ha pintado figuras de escayola, representando oficios como un zapatero o un carpintero”, explica. Y la tercera de las novedades, en el local social de la asociación se ha montado un nacimiento tradicional, al lado de otro más innovador, creado por otra vecina y elaborado a base de cáscaras de huevo pintadas.
Pero la Navidad comenzó a prepararse en Loiro hace muchos meses. Manuel Fernández cuenta que “empezamos a trabajar en la asociación después del verano” y agradece “el trabajo de todos y cada uno de los vecinos que han colaborado con el tiempo que han tenido para poder llegar hoy a esta inauguración”. Además, la colaboración de todos es uno de los objetivos de esta iniciativa. “Por ejemplo, a los niños los pusimos a pintar figuritas, lo que también les vale como curso de pintura; y a las personas mayores las pusimos a hacer paquetitos pequeños. Lo importante es que cada uno aporte en la medida de lo que pueda”.
Aunque, como toda gran inauguración, ha tenido sus dificultades. “El mal tiempo de los últimos días nos ha hecho retrasar todos los preparativos para última hora, pero al final hemos podido llegar a tiempo para la inauguración”.
Pero la decoración sirve para algo más que para engalanar las calles de Loiro y atraer visitantes. Desde la asociación “Loiro na Memoria” ya avanzan que “durante este periodo de Navidad estaremos programando actividades de forma constante. Estamos barajando alguna actuación musical, haremos una nueva edición de la xuntanza para cantar villancicos, una chocolatada para todo el pueblo y una clase de zumba de las programadas por la asociación fuera del local”, enumera Manuel, que junto a sus vecinos hacen de la Navidad unas fechas en las que mostrar al mundo su unidad y sus “ganas de hacer cosas juntos”.
Asociación popular
Pese a que a día de hoy Loiro cuente con poco más de 150 habitantes, la asociación cultural “Loiro na Memoria” integra a más de 300 socios dispersos por todo el mundo y a los que les gusta seguir participando de las actividades que realiza la asociación. Por ejemplo, en la temporada estival organiza un ciclo de cine de verano, conciertos y también gestiona el Museo Etnográfico de Loiro, en el que se exponen más de mil fotos que recogen más de un siglo de historia de la aldea y sus habitantes.
