La madre de Mitogo, Fe Modesta, viajó desde Francia a Arnoia cuando recibió la noticia de la desaparición de su hijo. Ayer caminaba desconsolada por el embarcadero del balneario, esperando noticias y con la ilusión de que continúe con vida: “Estamos esperando a que nos digan algo, todo el tiempo pendientes, sin poder hacer nada”, dijo ayer.
"Si está enfadado por algo, seguro que se puede arreglar"
“Lo único que quiero es encontrar a mi hijo, un buen chaval, una buena persona, quiero decirle lo mucho que le quiero”, sollozaba. También lanzaba un mensaje: “Le pido que vuelva a casa. Si está enfadado por algo, seguro que se puede arreglar. Espero que mi hijo no haya hecho algo malo”.
Además, indicó que no había expresado nunca intenciones autolíticas: “Era un chico querido, quería hacer feliz a los demás. Su bienestar dependía de que los demás estuviesen bien. Yo lo vi en marzo y estaba bien”, recordó Fe Modesta.
Su hermana, que el día de la desaparición recibió un mensaje de despedida del futbolista, la acompañaba. Cuando Mitogo se mudó a España desde Guinea vivió con ella en Ponferrada, donde formó parte de la Ponferradina. En Arnoia llevaba ocho meses.