Los Reyes Magos comenzaron el lunes su ruta por la provincia con un desfile por las aldeas rurales del concello de Barbadás y ayer continuaron su tradicional gira por la provincia antes del día 6, cuando se encargarán de dejar en la casa de los ourensanos que se hayan portado bien los últimos regalos de estas fiestas.
Melchor, Gaspar y Baltasar, acompañados por una comitiva real en la que tuvieron de paje al alcalde Jaime Sousa, aterrizaron ayer en Cartelle para saludar y atender las peticiones de última hora de los más pequeños.
En un recorrido kilométrico que duró más de ocho horas e incluyó paradas en un total de 42 núcleos de población, los Reyes Magos reavivaron la ilusión por la Navidad tras un año en blanco, por la anulación en 2021 de la concurrida fiesta de Reyes que se organizaba cada 5 de enero en Outomuro. “Foi moi emocionante, moi gratificante ver as caras de alegría dos rapaces e dos avós, que se emocionaban ao verche chegar as súas casas”, comentaba en los últimos kilómetros del recorrido el regidor local, quien fue testigo de la generosidad de sus majestades, quienes hicieron entrega de regalos personalizados por edades a los cerca de 100 menores que ayer acudieron a esta cabalgata nueva en la era covid. Niños empadronados en Cartelle, pero también hijos y nietos de los lugareños que ayer se dejaron caer por el municipio.
Para evitar masificaciones, personal del Concello se encargó de llamar una por una a todas las familias con media hora de antelación para avisar de la llegada de sus majestades, una logística sin precedentes que permitió el cumplimiento del protocolo marcado.
Otro de los enclaves que visitaron ayer sus majestades fue el concello de Taboadela. Los Magos llegaron a una estación de tren que lucía un tanto diferente, y es que ya ha visto pasar un AVE, por lo que esto también pudo motivar el paso de los reyes por esta localización, aunque la alta velocidad se retrasó un poco y demoró el inicio del recorrido. Otro de los puntos destacados de este año fue la residencia de mayores, donde los usuarios desterraron el mito de que esta tradición sólo ilusiona a niños y recibieron con gran alegría a unos invitados especiales que no dudaron en obsequiar a los mayores y tampoco de hacerse una pequeña foto de familia.
Otra recepción real tuvo lugar en el polideportivo de Barbadás, dentro del evento Diverlandia, donde, para evitar aglomeraciones de niños, hicieron dos rondas de recepción, una a las 17,00 horas y otra a las 19,00 horas. Además de recibir a la comitiva real, los más jóvenes pudieron disfrutar de una tarde de hinchables y maquillaje en el polideportivo de A Valenzá. La última parada se produjo en la ciudad, más concretamente en el Centro Comercial Ponte Vella. Desde las 17,00 hasta las 21,00 horas en el espacio dedicado a sus majestades en la segunda planta, los reyes, acompañados de su paje real y obsequiaron a todos los niños que vengan con packs individuales de caramelos y chocolatina. Además, desde el centro comercial habilitaron dos buzones para que los niños pudiesen dejar sus cartas de deseos.
