Manuel Cabezas: "Vamos a gobernar recuperando el diálogo, abro los brazos a pactar"

Manuel Cabezas, el candidato del PP a la alcaldía ourensana tiene experiencia: ya rigió la ciudad durante doce años, entre 1995 y 2007. Ahora se presenta como si fuese su primer envite electoral: “Siento lo mismo que en 1995”, confiesa en Telemiño. “No me planteo liderar la oposición, sé que no se va a dar”, añade.

La última vez que nos sentamos, decía que estaba convencido de que los resultados les van a sonreír. ¿Sigue creyendo eso?

Sí, claro que sí. Estamos percibiendo lo que percibíamos en el año 1995, la primera vez que me presenté a unas elecciones municipales. Siento lo mismo en la calle, siento lo mismo con la gente y lo que percibo es la necesidad de que esta ciudad tome un rumbo distinto. Eso me anima a pensar que, efectivamente, el futuro de Ourense puede ser otro diferente al que hoy se vislumbra.

En aquel momento hablábamos también de la posibilidad de cómo se abrían las puertas a Pepe Araújo, quien anteayer anunció que va a dar el paso.

Me alegro mucho de la decisión que ha tomado, se la agradezco. Entiendo que no ha tenido que ser fácil, porque él tenía un posicionamiento político que le permitía, y le permitió, trabajar durante estos cuatro años casi en solitario. Eso, creo, le ha enriquecido políticamente. Ha pensado que sumar es necesario para cambiar las cosas, ha antepuesto el objetivo final de que la ciudad coja otro rumbo a la posibilidad de seguir trabajando desde la organización política en la que estaba. Eso es de agradecer. Ya formó parte del último gobierno municipal que tuve, entre 2003 y 2007. Conformamos un magnífico equipo y conseguimos hacer una gran transformación de la ciudad, y el que ahora quiera formar parte del equipo que abordará el futuro de Ourense me parece tremendamente positivo. Hace falta sumar. Cuantos más ciudadanos quieran remar en la misma dirección, más fácil será ver el futuro de Ourense con ciertas garantías.

Ese futuro de Ourense, ¿por dónde cree que pasa? ¿Qué proyectos tiene en la agenda?

Lo primero que hay que retomar es la moderación, el respeto, la educación, eliminar la agresividad con la que se ha debatido políticamente durante estos cuatro años. Bajo esas premisas es imposible hacer absolutamente nada. Lo que Ourense necesita, a mi modo de ver, no es cuestión de ideologías. Es única y exclusivamente una buena gestión en el ayuntamiento. Y es muy fácil en Ourense definir en qué ámbitos hay que actuar. Es una ciudad de ríos, de puentes, de riberas. Es una ciudad termal, pero que se paralizó en la parte termolúdica que hicimos nosotros. Es una ciudad con un casco histórico que se ha abandonado. Es la provincia del vino, de la moda… Lo que pasa es que hace falta una gestión muy seria. La cultura ha sido agredida durante estos últimos años, como han sido agredidos muchos colectivos que en este momento no pueden desarrollar su labor.

¿Cómo se encaja que ahora en el Gobierno esté un alcalde acompañado por tres concejales?

Nosotros en aquellos tres mandatos tuvimos mayoría absoluta. El ayuntamiento estaba compartimentado, con responsables en cada área que podían ocuparse cada día de los asuntos importantes. Me estoy reuniendo con un montón de colectivos. Lo que me trasladan es que no pueden hablar con nadie. No hay quien les atienda, no hay quien les escuche. Los equipos de trabajo no son de dos o tres personas. Hay que conformar equipos potentes, equipos fuertes. Y espero, porque no es imposible, alcanzar esa mayoría absoluta que nos permita gobernar. Lo cual no quita que esté abierto al diálogo. Yo creo que la política hay que ponerla a un lado y hacer una gestión en la ciudad que permita que progrese, compita con otras ciudades y aproveche las infraestructuras que ahora tiene, como puede ser, por ejemplo, la alta velocidad. Creo que se está desaprovechando porque Ourense ha estado desatendida y descuidada durante muchos años.

¿Podemos estar perdiendo el tren en ese sentido?

Una ciudad cambia cuando se hacen proyectos “ex novo”: el puente del milenio, la peatonalización del puente romano, la construcción de las pasarelas, la construcción de las riberas, la atención de las fachadas, el haber apostado por un termalismo… Todo eso nació en aquel momento. El auditorio, aparcamientos subterráneos, recuperar el casco histórico para poner viviendas a disposición de gente joven… Luego está, lógicamente, mejorar infraestructuras existentes, que también es necesario. Pero hay que priorizar. Lo que no puedes hacer es única y exclusivamente eso. Y muchas veces, con ocurrencias que no responden verdaderamente a necesidades que existen. Con lo cual, los recursos económicos, que son escasos, se tiran y se dilapidan. Has perdido unos años. Eso hay que recuperarlo, es muy importante; y hay que hacerlo aceleradamente. Como la recuperación y la aprobación de un PXOU para dar garantías a quienes tienen que invertir. Es fundamental.

¿Le preocupa esa posible hipoteca de la ciudad para el futuro, ese derroche del que habla?

Hombre, encontrarte con un ayuntamiento en el que los ingresos corrientes no cubren los gastos corrientes es un problema. Claro que eso hace que la transformación que queremos hacer en la ciudad cueste más tiempo de lo que realmente podría costar. En todo caso, en el año 1995 no teníamos recursos económicos Los buscamos en otras administraciones y creo que tenemos capacidad. Ourense, con un gobierno en manos del Partido Popular, tiene la posibilidad de avanzar de una manera mucho más rápida con la Xunta y con un Gobierno central que va a cambiar en este país, ya que el PP y Feijóo van a gobernar España. Por lo tanto, no es un tema que me asuste. Me preocupa que el dinero se malgaste, pero no hasta el punto de que impida esa segunda transformación que preconizo y traslado, y que es posible.

Está abierto al consenso, a la negociación. ¿Está abierto a liderar la oposición?

No me planteo esa situación, porque sé que no se va a dar. Nosotros vamos a gobernar de nuevo en Ourense. Y a mí me encantaría hacerlo recuperando el ponernos de acuerdo, dialogar. Lo que está pidiendo en general todo el mundo con el que hablo es eso: “Hablad, por favor, poneos de acuerdo”. Estamos cansados de ver la agresividad, los enfrentamientos, la falta de respeto, la falta de moderación. ¡Es tremendo! Desde luego, con mayoría o sin mayoría, abro los brazos al PSOE y al BNG a pactar presupuestos, inversiones; a definir proyectos prioritarios. Ya lo hice en otras ocasiones. Hay proyectos que se han hecho en Ourense fruto del consenso, aun teniendo mayoría. La ciudad necesita eso para crecer, tener una actitud diferente ante el futuro. Para sentirnos orgullosos de vivir en esta ciudad. Esa esperanza de viabilidad en el futuro de la ciudad, que la tiene porque tiene un tremendo potencial, se la podemos dar al ciudadano. Y debemos dársela entre todos.