El verano y las altas temperaturas han llegado a Ourense y, para combatir el calor, no hay nada mejor que un baño refrescante. Eso deben pensar los ourensanos, ya que, desde 2020, año de la pandemia, se ha disparado el número de piscinas privadas en la provincia. Según los últimos datos ofrecidos por el Registro General del Catastro, en Ourense hay 6.526 piscinas privadas descubiertas, a las que hay que sumar otras 200 cubiertas.
Para poner en contexto estas cifras, en 2022 se registraban 6.392 piscinas, por lo que en el presente año se han instalado 134 más. Pero el crecimiento exponencial de los últimos años se observa cuando se compara el dato existente antes de que estallase el coronavirus y el actual. En 2020, el Catastro contabilizaba 5.475 piscinas, mil menos que ahora, por lo que el crecimiento en el último trienio ha sido de casi el 20%.
Uno de los motivos que explican este bum es que, con la pandemia, muchos ourensanos decidieron mitigar el agobio de las grandes ciudades al apostar por el rural. Además, la prohibición de movimientos también motivó la instalación de piscinas en las casas particulares.
Entre los concellos que más crecen destacan dos: Amoeiro y Pereiro de Aguiar. En el primer caso, en 2020 se registraban 31 piscinas; hoy suman 218. En el caso de Pereiro, el crecimiento ha sido similar, 180 nuevos vasos en tres años, alcanzando las 699, el segundo concello que más contabiliza por detrás de la capital. Además, estos dos municipios del área metropolitana son los que más piscinas por habitante tienen de toda Galicia. Los municipios que copan los puestos más altos en la ratio de piscinas por habitante están todos en el entorno de la ciudad, ya que es el lugar de muchas segundas residencias de vecinos que residen en Ourense y tienen una casa en estos concellos.
Los que más han crecido en el último año según el Catastro son Vilamartín de Valdeorras (22), Barbadás (17), Xinzo (16), Nogueira de Ramuín (14) y Trasmiras (13). A estos hay que sumar otros 22 municipios ourensanos que sumaron al menos una piscina en el último año.
Pero una gran concentración de piscinas puede tensionar las reservas hídricas, y más en un tiempo de escasez de agua como el vivido el pasado verano. Por eso, una de las primeras recomendaciones que hacen los concellos cuando hay una notable falta de agua es prohibir el llenado de piscinas con agua de la traída municipal.
Las empresas que se dedican a la construcción de piscinas en la provincia ourensana continúan sin poder atender la gran demanda de pedidos que se desató a raíz de la pandemia. Un ejemplo es la empresa Piscinas Alecrín, cuyo responsable, Eduardo Quintana, afirma que el bum iniciado desde la irrupción del coronavirus continúa en el verano de 2023. Eso sí, recomienda a aquellos que todavía estén pensando en instalar una piscina para aprovechar la campaña estival que no tengan prisa y que “collan as cousas con tempo para que queden ben”. “Se non se pode aproveitar este verán, poderase o seguinte”, afirma. Quintana también indica que “os prezos mudaron respecto aos de hai tres ou catro anos, xa que todo subiu, e as piscinas non son unha excepción”.
