Más de mil bares de Ourense deberán blindarse para evitar que los menores apuesten con la nueva ley de juego

La nueva ley autonómica del juego entrará en vigor mañana. Ya han transcurrido tres meses desde su publicación en el Diario Oficial de Galicia, después de ser aprobada por el Parlamento el pasado mes de junio. Ahora ya será efectiva. El sector deberá afrontar nuevas restricciones y cumplir una serie de requisitos más estrictos para evitar, entre otros, la participación de menores en el juego. En la provincia, 1.118 locales hosteleros disponen máquinas de apuestas, tragaperras o similares para sus clientes. Los responsables del establecimiento deberán asegurarse de que los menores no hagan uso de ellas, aunque no se especifica ningún mecanismo concreto para impedirlo. Por otro lado, los locales solo podrán tener un máximo de dos máquinas. La ley también tiene en cuenta la proximidad de colegios, institutos o centros de rehabilitación para personas adictas al juego, aunque solo en el caso de los establecimientos de juego, como casinos, bingos o tiendas de apuestas, entre otros. Este tipo de locales deberán estar, como mínimo, a una distancia de 300 metros de los primeros. La disposición no afecta, por ejemplo, a la tragaperras de un bar. Los establecimientos de juego estarán obligados a controlar el acceso de los clientes. No solo para comprobar su mayoría de edad; también para verificar que no constan en el registro de prohibidos. Es decir, aquellos que se han autoprohibido participar en el juego. En la provincia de Ourense constan 138 personas en este registro, según datos de la Xunta de Galicia. Es poco más del 8% del total autonómico, ya que el censo global de este listado alcanza las 1.682 personas. El juego online queda fuera de la ley. El motivo, que este tipo de entornos -como las páginas de apuestas o los casinos virtuales- quedan fuera de las competencias sobre las que puede legislar la comunidad autónoma. Limitaciones La ley detalla una extensa lista de restricciones orientadas a limitar el acceso al juego. Por ejemplo, se prohíbe la publicidad en la CRTVG. Pero también se elabora un catálogo de juegos en el que están incluidas, entre otros, las rifas. Asimismo, a partir de mañana habrá un máximo legal de establecimientos de juego en la comunidad autónoma. Solo podrá existir un casino por provincia (en Ourense no hay ninguno) y a menos de 50 kilómetros de una ciudad. Podrán, eso sí, tener una sala adicional en otro punto de la misma provincia. En el ámbito global de la comunidad autónoma existirá un límite de 12 salas de bingo, 118 salones de juego y 41 tiendas de apuestas. Las licencias de aperturas tendrán una duración máxima de 15 años; a los locales ya existentes se les aplicará directamente este plazo, por lo que en 2038 tendrán que renovarla en sujeción a las condiciones que especifica el texto. Al máximo de establecimientos se le suman sendos límites a máquinas de apuestas en locales de hostelería (3.600 en toda Galicia) y otro para las máquinas tipo B, entre las que se incluyen las tragaperras (12.000). 600.000 euros de multa Las sanciones que especifica la ley del juego van desde los 100 euros en los casos más leves hasta los 100.000, en los más graves. En todo caso, las multas pueden ascender hasta los 600.000 euros para que a la empresa infractora no le salga más barato pagar la multa que infringir la normativa. Más allá de las penalizaciones económicas, los locales que no cumplan la ley podrán enfrentarse a suspensiones de autorizaciones, cierres de establecimientos o incluso la incautación y destrucción de las máquinas. Creación de un observatorio El texto que entra en vigor mañana añade una novedad: la creación del Observatorio Galego do Xogo. Según detalla la ley, será un organismo colegiado “encargado do estudo, avaliación e seguimento das prácticas de xogo responsable e seguro”. La medida, como el resto, está orientada a impedir que se extienda la ludopatía entre los colectivos vulnerables.