Las oposiciones a la Administración del Estado o la Xunta son la habitual alternativa de muchos ourensanos ante la falta de empleo en la provincia, constituyendo así un goteo anual de pérdida de población joven. Sólo en Academia Postal, 4.963 personas aprobaron una oposición. En otros centros, la media anual de aprobados es de 200.
La escasa oferta de empleo en la provincia y la cultura de opositar con objeto de lograr un puesto en la administración que asegure un sueldo fijo de por vida es también causa de la despoblación, la que generan los jóvenes, que marchan de la provincia para trabajar en cualquier departamento estatal o autonómico, lejos de Ourense. Ni las instituciones ni las academias que los forman para opositar ofrecen datos concretos de las cifras de los acaban abandonando la procincia, pero ésta ha perdido a miles de habitantes en los últimos años. Sólo la Academia Postal ha contabilizado en la última década 2.451 aprobados de oposiciones de ámbito estatal. A nivel autonómico -casi todos también fuera de la provincia- los aprobados llegan a 2.512 más. Otros centros de formación, como Cefiasa, señalan que el año pasado aprobaron alrededor de 200 de sus alumnos y 250 lo hicieron el año anterior. La cifra, pues, puede superar los seis mil emigrantes desde 1998. Y es que, según señalan en la academia Zeus, aunque ya no es el bum de hace unos años, la gente en Ourense siempre fue de opositar porque aquí no hay industria.
La crisis económica actual no parece ser de mucha ayuda a la hora de cambiar la tendencia. Según Ángel López, de academia San Mamed, la cosa va por ciclos. Ahora se nota que la gente vuelve a mirar un poco más a la administración pública porque en la empresa privada están las cosas más complicadas, aunque Francisco Nóvoa, director de Academia Postal, considera que no hay un bajón de alumnos pero sí se nota que la gente se retrae más por temas económicos, dado que a lo mejor ahora su familia ya no puede pagar la academia.
Así, y aunque en el ánimo de muchos aspirantes a opositores está quedarse lo más cerca posible de la provincia, la realidad se acaba imponiendo. La mayoría de las plazas que se están ofreciendo son para auxiliares de la Administración del Estado, Instituciones Penitenciarias, Policía Nacional y Guardia Civil, con destino en Galicia hay menos posibilidades, apunta Eugenia Cuíñas, de Academia Postal, quien añade que normalmente los que opositan para Galicia son mayores de 30 años con una familia estable. Los más jóvenes, solteros y sin hijos, no se lo piensan, se van.
De ellos, muchos intentan regresar a Galicia pero la mayoría hacen su vida en el lugar de destino, llevando a sus familias. Ourense perdió así a muchos habitantes pero, dice Ángel López, nosotros (las academias) no tenemos culpa. Nuestro objetivo es formar a nuestros alumnos y conseguir que aprueben. Es nuestro trabajo.
La crisis económica actual no parece ser de mucha ayuda a la hora de cambiar la tendencia. Según Ángel López, de academia San Mamed, la cosa va por ciclos. Ahora se nota que la gente vuelve a mirar un poco más a la administración pública porque en la empresa privada están las cosas más complicadas, aunque Francisco Nóvoa, director de Academia Postal, considera que no hay un bajón de alumnos pero sí se nota que la gente se retrae más por temas económicos, dado que a lo mejor ahora su familia ya no puede pagar la academia.
Así, y aunque en el ánimo de muchos aspirantes a opositores está quedarse lo más cerca posible de la provincia, la realidad se acaba imponiendo. La mayoría de las plazas que se están ofreciendo son para auxiliares de la Administración del Estado, Instituciones Penitenciarias, Policía Nacional y Guardia Civil, con destino en Galicia hay menos posibilidades, apunta Eugenia Cuíñas, de Academia Postal, quien añade que normalmente los que opositan para Galicia son mayores de 30 años con una familia estable. Los más jóvenes, solteros y sin hijos, no se lo piensan, se van.
De ellos, muchos intentan regresar a Galicia pero la mayoría hacen su vida en el lugar de destino, llevando a sus familias. Ourense perdió así a muchos habitantes pero, dice Ángel López, nosotros (las academias) no tenemos culpa. Nuestro objetivo es formar a nuestros alumnos y conseguir que aprueben. Es nuestro trabajo.
