Más plantilla e inflación disparan el gasto de la Fundación San Rosendo

La Fundación San Rosendo se blinda con geotermia, placas solares y biomasa, y abrirá otros cuatro centros en los dos próximos años

El alza de precios tanto en los alimentos como en la energía, pero también el aumento de la plantilla a números récord y los nuevos proyectos en marcha, elevan el presupuesto de la Fundación San Rosendo a las cifras más altas de toda su historia en 2023, alcanzando los 62,9 millones de euros, un 12,3% más que los 56 millones de este año a punto de rematar.  La entidad sin ánimo de lucro con sede en Ourense, que desarrolla funciones de asistencia social, se consolida como motor de empleo, dinamización del rural y, sobre todo, cuidado de los mayores en el epicentro europeo del envejecimiento. 

Las inversiones previstas para el próximo año, que alcanzan los dos millones, se destinarán a rematar los nuevos centros residenciales ya en construcción en Ourense ciudad (en la avenida de Pontevedra) y en A Coruña (en la plaza de Ourense, con capacidad para 45 personas y que empleará a 23 profesionales). Además, se iniciarán dos nuevos proyectos: las obras de la residencia de Verín (100 plazas y 50 empleos) -una vez que el Concello consiga ceder el terreno, algo que esperan en la entidad que sea “inmediato”, ya que el proyecto está redactado-, que esperan tener finalizada en el segundo semestre de 2024, y también dos centros residenciales unidos en Ferreira de Pantón (Lugo) -una residencia de mayores y una unidad psicogeriátrica-, que crearán  70 nuevas plazas y darán empleo a más de 30 personas. 
Los aumentos de la plantilla (al consolidarse personal en Os Milagros y Lobios, y ampliarse en 2022 el centro de Vilamarín) elevan las personas contratadas por la Fundación San Rosendo a 2.075 personas, superando por primera vez el umbral de los dos millares de empleados desde su creación, “lo que nos coloca entre las empresas gallegas del sector que más empleo generan”, destacó el presidente de la fundación, José Luis Gavela. 

Alimentación

El incremento del presupuesto de la Fundación se da en gran parte por el personal, que supone el 70% del gasto, según avanzó el secretario de la entidad, Francisco Caseiro, pero también por “la subida de los gastos por la inflación, que nos afecta de forma especialmente intensa en energía y productos de alimentación”, precisamente dos de los productos que mayor subida han experimentado. En ese sentido, Gavela reafirmó que si el compromiso por las energías renovables ya era una “realidad asumida”, la crisis de precios no ha hecho más que convertirlo en “un camino sin vuelta atrás”. 

En todo caso, la entidad tiene un buen escudo antiinflación, al contar ya con 25 calderas de biomasa -la última colocada este mismo año en su centro de San Xoán de Río- y una de geotermia. Para blindarse frente a la crisis de la energía y por compromiso con la sostenibilidad, se apostará por este sistema de geotermia “en todos los nuevos centros”, al tiempo que, como manifestó Gavela, se instalarán más placas solares en los centros. El presidente de la entidad, que recuerda que en su tipo de centros nunca se escatima en calefacción, por su tipología, reconoció que algunos meses se han encarecido las facturas eléctricas “hasta multiplicarse por cuatro”.

Ocho millones de gasto en proveedores gallegos

La apuesta por el rural y el territorio es una de las señas de identidad de la Fundación San Rosendo, que en su balance de 2022 se refiere a un año  marcado por la “incertidumbre” y a su compromiso con los proveedores gallegos de proximidad, con un gasto de más de 8 millones distribuidos en 125 compañías con sede en la comunidad. “Los centros dinamizan empresas locales donde su ubican”, destacó Gavela, que hizo hincapié en que el 85% del gasto total de la Fundación, entre personal y compras de suministros, se queda en la economía local. De hecho, el 100% del gasto en alimentación se destinó a productores de proximidad.

En cuanto a los más de 2.000 empleados, Gavela presumió de que en gran parte son residentes del rural, lo que contribuye a fijar población, con un carácter “multidisciplinar” y caracterizados por su estabilidad laboral con un “un 95,8% de indefinidos”. 

Por último, en cuanto a la financiación, la Fundación San Rosendo sigue manteniéndose casi en exclusiva de la aportación realizada por los residentes, que supone “el 99% del total del presupuesto anual” en materia de ingresos.

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