Casi un centenar de niños de 0 a 3 años dan vida a última hora a las escuelas infantiles públicas del rural, las llamadas A Galiña Azul que gestiona la Consellería de Política Social. Esta situación se produce por los plazos extraordinarios de matrícula de septiembre, donde las familias se anotan a última hora a las guarderías ourensanas, que están colapsadas por la gratuidad impulsada tanto en centros públicos como privados desde hace dos años. El “gratis total” satura los centros para niños de 0 a 3 años, de ahí que haya hasta 135 solicitudes de familias en escuelas infantiles públicas de Ourense con el curso ya empezado. De estas, 47 se quedan fuera: están en la lista de espera de un registro que aún es provisional (algunas familias aún pueden renunciar a su plaza).
Por el lado positivo, la saturación de las escuelas infantiles por la gratuidad da vida al rural ourensano. Un ejemplo es Allariz, donde hay anotados 11 niños de nuevo ingreso en el plazo del mes de septiembre. Es el centro que admite más solicitudes de la provincia. En el lado contrario, Oímbra, ya completo, deja en espera a 12 familias para las que no hay hueco en este inicio de curso.
La lista de espera más elevada, junto a Oímbra, está en la ciudad. El centro intergeneracional de A Farixa, una de las escuelas más nuevas, tiene en espera a 12 familias. Las mismas esperan por su plaza en la Galiña Azul de la rúa Colón, también muy demandada por su buena ubicación. En Barrocás son menos: admiten a siete alumnos en septiembre y se quedan solo tres en la lista de espera.
En el cómputo global, son un total de 88 niños los que contribuyen a dar vida a las escuelas infantiles de la provincia con el curso ya empezado. En la otra cara de la moneda, 47 familias aún esperan su plaza.
