Un amplio operativo policial en la calle Doctor Fleming de la ciudad en la tarde de ayer llamó la atención a vecinos, clientes de los negocios próximos, conductores y peatones. Los agentes registraban la cafetería Mërlott pasadas las cinco de la tarde, al tiempo que detenían al hostelero que está al frente del negocio. A partir de ahí, los comentarios se desataron entre los vecinos y curiosos, porque el local concita las dudas de algunos desde que estalló la pandemia.
Los agentes policiales registraron el local a fondo en busca de droga, aunque no encontraron sustancias estupefacientes. Alguno de los allí concentrados aseguraban que droga no había, pero sí “una cama en el sótano”.
El hostelero fue detenido por un supuesto delito sexual continuado y otro contra los derechos de los trabajadores a raíz de una denuncia presentada por una empleada menor de edad que trabajaba como camarera. La joven contó a unas monjas que su jefe la sometía a tocamientos libidinosos desde el pasado verano. Además, pese a que se comprometió a darla de alta en la Seguridad Social, no fue así, afirmó.
La Policía Nacional también investiga si el detenido tuvo comportamientos delictivos similares con otras menores o trabajadoras ya que, según la versión de la denunciante, presumía de ello.
En el registro del local, así como la detención del supuesto agresor sexual, tomaron parte agentes de la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM) con el apoyo de la Unidad de Prevención y Respuesta (UPR). Comenzó pasadas las cinco de la tarde y se prolongó durante algo más de una hora. El hostelero fue conducido a dependencias de la Comisaría de As Lagoas, en donde permanecía en la noche de ayer.
Otros casos
En diciembre del pasado año, la Policía Nacional detuvo a un joven vecino de O Couto de 21 años en relación a la supuesta agresión sexual a nueve menores. El juez de Instrucción 1 optó por enviar a prisión a Manuel L.F. por la gravedad de los hechos denunciados. Manu, como le conocían sus víctimas, se hacía pasar por un brujo del amor o por un miembro de una banda mafiosa para aprovecharse de las niñas, entre los 13 y 15 años. El supuesto depredador sexual está en la cárcel de A Lama.
