Mobile Week

La Mobile Week Ourense arranca situando a la provincia en el centro de la innovación

“La primera Mobile Week con visión integral de provincia es esta”, reivindicó Manuel Baltar durante su intervención

La primera edición de la Mobile Week Ourense tras la pandemia dio comienzo esta mañana en el Teatro Principal. “Vamos a dejar constancia en cuatro días de la creatividad que hay en este país. El tren de la cuarta revolución industrial está a punto de salir, y no nos lo podemos perder, mientras algunos políticos discuten el color de las maletas”, explicó Manuel Campo Vidal, que ejerció de maestro de ceremonias, al inicio de la inauguración.

“La primera Mobile Week con visión integral de provincia es esta”, reivindicó Manuel Baltar durante su intervención, en la que no dejó de referirse al impulso de las comunicaciones que supondrá la llegada del AVE, así como a la potencia termal de Ourense. “Tenemos la obligación de visibilizar al territorio”, continuó,  poniendo en valor la alianza con Barcelona para la organización del congreso, “que no solo será este año, sino también en 2022 y 2023”.

Eduard Martín, CIO del Mobile World Capital Barcelona, fue el siguiente en intervenir. Llamó a transferir el conocimiento tecnológico y las competencias digitales a todas las sociedades. “Barcelona fue nominada a capital mundial del móvil en 2011. Esto nos llenó de ilusión, porque no siempre las ciudades españoles podemos competir en igualdad de condiciones contra el resto de ciudades del mundo”, recordó. 

Impulsar la innovación

Los grandes retos de la actualidad, según enumeró el experto, son “impulsar la innovación; ir siempre un paso por delante a la hora de probar nuevas tecnologías, como pueden ser los hologramas o los vehículos autónomos, que acabarán llegando a la sociedad en forma de servicios; y capacitar a la ciudadanía, con la complicidad de todos, para que pueda emplear estas tecnologías y desarrollar otras nuevas soluciones; y todo vigilando la ética, evitando que se generen más brechas digitales que las que ya hay. Tenemos la responsabilidad de minimizar esta brecha”. 

Campo Vidal continuó precisando que “antes de que llegue la quinta revolución, debemos asegurarnos de completar la cuarta y de que haya llegado a todos”. Entonces subió al escenario Sandra Sinde, especialista en economía internacional, para comenzar a debatir sobre los fondos Next Generation, que definió como “una gran oportunidad y un gran compromiso. Debemos invertir este dinero en algo que vaya a ser útil a nuestros hijos y nietos, y concibir los proyectos pensando en qué va a pasar cuando dejemos de recibir los fondos”.

Martín apuntó la necesidad de no perder por el camino la filosofía con la que se crearon estos fondos europeos, que tienen el objetivo de favorecer la recuperación tras la pandemia, promover la transformación digital e impulsar la sostenibilidad medioambiental.

“Hace meses que presentamos nuestra estrategia Next Generation, que favorece a los 92 concellos por igual”, recordó Baltar, quien subrayó la “economía de escala” que puede aportar la administración provincial, aludiendo a aquellos municipios con menos recursos que, por sí solos, no podrían impulsar determinados proyectos ni, en este caso, solicitar las subvenciones europeas.

“Hay que tener en cuenta a los gobiernos provinciales”, añadió Campo Vidal, valorando a las diputaciones por su efecto dinamizador de estos territorios en su conjunto y como agente clave a la hora de solicitar y emplear los fondos.

Martín aportó que “los fondos deben servir para innovar, también en la manera de contemplar el territorio”, y, a su vez, Campo Vidal concordó en la importancia de “bajar al terreno”, porque “si no, son solo palabras. En todos los lugares hay desigualdad y, por tanto, mucho que trabajar”. 

Sinde definió la innovación y las políticas que la promueven como un elemento clave para explicar el grado de prosperidad a medio plazo de los territorios. Y ahora, con los fondos Next Generation, “no se trata de pedir ayudas para financiar a ciertos sectores de una comunidad, sino de buscar aquello que nos hace diferentes, generando polos de innovación”.

Baltar llamó entonces a “prepararse para lo que viene, no para lo que hay”. Y aquí cobra especial importancia el trabajo de las universidades y centros de formación profesional, para preparar a profesionales cualificados. En esta línea, “en el reciente debate sobre el estado de la provincia, empleamos datos del Observatorio Económico Ourensán, y las últimas son nuestras mejores cifras de empleo, que nos sitúan por encima de la media de Galicia y de España”, recordó el presidente de la Diputación.

“No es ya que Ourense sea rural, es que lo es Galicia, España y toda Europa. La ruralidad es un factor que a veces suma y, en ocasiones, multiplica”, reivindicó Baltar. En esa línea, apuntó que “debemos ser capaces de apostar por lo intangible. No son solo titulares para salir del paso, son realidades”.

Sinde concluyó su intervención aludiendo al principio de Arquímedes, aquel “dame un punto de apoyo, y moveré el mundo”, y abogó por la figura del “Estado emprendedor, un Estado en modo start-up, que advierte las necesidades de un territorio”.

Martín, por su parte, recordó la oportunidad que suponen los fondos europeos y llamó a la a acción coordinada para mirar de cara al futuro y “explotar todas las posibilidades”. 

Y Baltar reflexionó sobre el papel de las administraciones públicas, que deben ser, en sus palabras, “administraciones esponja”, para recibir cualquier solicitud ciudadana. 

Entonces Campo Vidal puso fin al debate incidiendo en la importancia de no repetir lo que ocurrió, por ejemplo, con la máquina de vapor, que no llegó al interior de España, y apeló a una tecnología que preste su servicio a toda la ciudadanía.

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