Las médicas del CHUO Pilar Garzón y Conchi Alonso regresaron recientemente de Mozambique, donde formaron a un grupo de sanitarios en el tratamiento de los pacientes politraumatizados.
Las médicas del CHUO Pilar Garzón y Conchi Alonso regresaron estos días de Mozambique, tras participar, por primera vez, en un proyecto de cooperación internacional impulsado por la Asociación Española de Cirugía (AEC). “Ha sido una experiencia maravillosa, muy enriquecedora”, aseguran ambas.
El curso, centrado en el tratamiento de pacientes politraumatizados (ATLS por sus cifras en inglés), tiene como objetivo formar a médicos del país para que luego puedan incorporar cambios en su trabajo diario con este tipo de enfermos. “Es un desafío, no es lo mismo estar aquí que allí, hay que adaptar los procedimientos y los manejos a su realidad”, señala Conchi Alonso, anestesióloga. “Es muy gratificante porque ves que es un proyecto que no acaba contigo, los médicos a los que formaste allí transmitirán esa información y podrán formar también a otros compañeros”, apunta Pilar Garzón, urgencióloga.
Las ourensanas, junto con otros cuatro facultativos españoles, formaron a una treintena de profesionales en esta primera cita, pero volverán a encontrarse. “La idea es volver dos veces al año en los próximos tres años hasta que ellos puedan ser instructores también”, explica Alonso.
Otra realidad
Las médicas reconocen la precariedad de los medios sanitarios en Mozambique, pero ponen de relieve la calidad y el esfuerzo de los profesionales. “Ellos tienen muchas ganas, aunque muy pocos medios, sorprende ver todo lo que hacen”, asegura Alonso. “Su realidad es muy distinta a la nuestra: pueden tardar una semana en hacer un TAC urgente. Para hacerse una idea, en el país son 30 millones de ciudadanos y solo hay cuatro cirujanos pediátricos y cuatro urólogos, por ejemplo”, detalla Garzón.
