CRÓNICA

Nochevieja de contrastes en Ourense

photo_camera Esta Nochevieja, en la Praza Maior solo celebraba la entrada de 2021 el árbol lleno de luces y en Santa Eufemia apenas un par de peatones escurridizos se deslizaban en silencio.
Tres estampas que resumen el final de año más anómalo en décadas. "Tardeo" a rebosar a falta de noche, fiesta en casa a falta de pubs y la lucha de un sintecho frente al toque de queda: "A ver si consigo la primera moneda del año"

El Fin de Año más raro de todos los tiempos se resume en tres estampas: "tardeo" con mascarillas (y sin ellas), el desmadre en los pisos a través de las ventanas y la soledad de un sintecho en una calle Paseo desierta.

Los cubatas se adelantaron a la mañana, con la sesión vermú más concurrida que otros años, pero el "perreo" tuvo que esperar. Por la tarde, en las terrazas de la Praza Maior, Santa Eufemia y San Martiño apenas cabía un alfiler y algunos aprovecharon que a última hora había más espacio  para entrar en el interior a echar unos bailes.

Ourense. 31/12/2020. Ambiente de terraceo y vinos en la tarde de Fin de Año en Ourense.
Foto: Xesús Fariñas

'Tardeo' de Fin de Año en Ourense. (Foto: Xesús Fariñas)

Con las uvas ya en el estómago, empezó la noche más diferente. Un grupo de jóvenes -autodenominados "influencers"- aprovechaba el tiempo de descuento para fotografiarse en el árbol apagado de la Praza Maior –como todo el lucerío de Navidad, que hizo todavía más triste la vuelta a casa–.

"Vámonos que me dijeron que a la una y veinte en casa", vociferaba uno, dando cuenta de su "escapada ilegal". Algún grupo –no tantos como se aventuraba– cruzaba la ciudad con bolsas en mano con etílicas intenciones y un intenso fluir de personas apuraba los minutos para regresar a casa mientras las luces azules de los policías empezaban a hacer acto de presencia.

OURENSE 1/01/2021.- Noche de fin de año sin celebraciones. José Paz

Jóvenes saludan a la calle desde su piso en la Plaza do Trigo, a las 2,00 horas. 

Un cuarto de basura recogida

Los operarios de la recogida de residuos tuvieron un Fin de Año más relajado, y los cálculos de la empresa hablaban de 50.000 kilos en la noche, lejos de, por ejemplo, los más de 200.000 kilos de años anteriores. Cifras que lo dicen todo.

Pasadas las 2 no quedaba un alma en las calles. Poco antes, a la una y cuarto, solo una tienda regentada por una familia china se mantenía con la luz encendida en la Praza do Ferro. Los últimos en recogerse atravesaban el Paseo con los restos de comida en la mano en compañía de la agradable melodía que a 4 grados imprimía la flauta de Jorge Gómez, que lleva media vida en la calle. "Cené un perrito con un colega que me invitó a su casa a cenar y ya me vine a la calle. Paré aquí en el Paseo antes de irme a dormir a A Ponte. ¿Frío? Tengo unas mantas de la hostia. A ver si pillo a la gente de buen humor con  esto de la primera moneda del año. Y el tiempo apremia", decía poco antes de que el toque de queda empezase a regir. Entre medias se colaba un joven, enfundado en traje, para no perder la costumbre, y que confesaba sus intenciones: "Voy a casa de unos primos a tomarme unos cubatas y fumar unos porros". 

Jorge era incrédulo. "Pensé que habría algún bar o algo que arriesgaría, pero ¡qué va!. Todo cerrado". Corregidor y las calles del Casco Vello no albergaban un alma pasadas las dos. Solo deslumbraban las luces azules de la policía que recorría la ciudad en busca de infractores. Y resonaba, al fondo, el eco de alguna fiesta de piso poco discreta. 

OURENSE 1/01/2021.- Noche de fin de año sin celebraciones. José Paz

Te puede interesar