Ourense tiene garantizado el suministro por el bombeo del MIño, mientras que en otras urbes las reservas cubren la demanda de 100 días

Núcleos de seis municipios tienen ya escasez de agua

Situación actual del embalse de Cachamuiña, que en verano no abastece a la ciudad. (Foto: MIGUEL ÁNGEL)
A pesar de la escasez de lluvias durante los últimos meses, las reservas de agua no están en situación de emergencia, según la Xunta, que ayer reunió la comisión de seguimiento sobre la sequía, convocada para planificar y desarrollar actuaciones que mejoren la distribución de los recursos hídricos. En concreto, según la Administración autonómica, las reservas de los sistemas de abastecimiento de agua potable en Galicia pueden cubrir las necesidades de la población para unos 100 días, por término medio.
La comisión está formada por representantes de seis consellerías de la Xunta, Protección Civil, Aguas de Galicia, la Delegación del Gobierno, la Fegamp,y la Confederación Hidrográfica Miño?Sil. Por parte de esta institución, responsable del área de Ourense, asistió el presidente, Francisco Fernández Liñares, y el comisario de Aguas, Xoán Nóvoa Rodríguez.

En concreto, Fernández Liñares, aseguró que 'la situación de las cuencas Miño, Sil y Limia, por ahora, no es preocupante' y que los técnicos de este organismo hidráulico realizan un seguimiento continuo del nivel de los ríos y embalses. También añadió que 'no hay problemas de abastecimiento a grandes poblaciones', aunque puntualizando que 'sí existen restricciones en núcleos que se abastecen directamente de manantiales o de pequeñas corrientes'. En concreto, en Ourense ocurre en algunas parroquias de Boborás, Castro Caldelas, Cortegada, Chandrexa de Queixa, Paderne de Allariz y Quintela de Leirado. También afecta a otras áreas de la demarcación del Miño-Sil en las provincias de Lugo y Pontevedra.

En todo caso, el suministro de agua en Ourense está garantizado a través del bombeo del río Miño, que se utiliza todos los veranos, debido a la escasa capacidad del embalse de Cachamuiña, que queda en mínimos habitualmente en torno al mes de julio. Por ello, el abastecimiento se realiza desde el río hasta que la presa recupera un nivel elevado (normalmente a principios de noviembre). No obstante, la situación de este año podría obligar a mantener el bombeo del Miño durante más tiempo.

La comisión analizó también los datos de otras ciudades gallegas, según los que el embalse de Eiras, que suministra a Vigo, tiene reservas hasta el 20 de enero, mientras que el de Zamáns -que suministra a Vigo, Nigrán y Baiona-, aguantaría hasta el 4 de enero. El de Cecebre, en A Coruña, tiene agua para continuar el suministro hasta el 7 de febrero.

En caso de que las reservas lleguen a 40 días, la Xunta advierte de que sería necesario entonces declarar el nivel de alerta de primer grado, mientras que si se reducen a 15 días pasaría al segundo grado y al tercer grado en el extremo de que sólo haya agua para cinco días.

No obstante, el alcalde de Vigo, Abel Caballero, insistía ayer en demandar a la Xunta que ejecute de forma 'inmediata' el trasvase desde los ríos Verdugo y Oitavén a la ETAP de la ciudad, para garantizar el suministro, pues 'si no se hace ya y no llueve, la ciudad se quedará sin agua'.

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