Los primeros días con la nueva plaza de la estación intermodal de Ourense operativa han dejado ya al descubierto problemas para los conductores de vehículos que acceden al lugar, bien para hacer el servicio de taxi o para dejar o recoger pasajeros. La obra realizada por la empresa Acciona por encargo del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) y la distribución de los elementos ha dejado a los conductores sin visibilidad y sin la posibilidad de realizar giros a la izquierda cuando se disponen a salir de la plaza hacia Eulogio Gómez Franqueira.
El problema de visión se produce al encontrarse los conductores con uno de los sistemas de respiración instalados para el aparcamiento subterráneo, una torre de unos tres metros de altura que hace imposible ver si circulan vehículos por Eulogio Gómez Franqueira antes de incorporarse, motivo por el que se ha instalado un espejo para facilitar la visión. Los problemas no acaban ahí, ya que tal y como se ha diseñado el circuito, una vez esté operativo el parking, se cruzarán en ese punto los vehículos que quieran acceder al nuevo equipamiento, lo que incrementaría el riesgo de colisiones.
Por otro lado, la mediana habilitada en Eulogio Gómez Franqueira y la nueva señalización horizontal con línea continua hace inviable girar hacia la avenida de As Caldas y la avenida de Marín, así como hacerlo más adelante en Xesús Pousa o en el resto de calles perpendiculares a la vía principal, por lo que cualquiera que quiera dirigirse al centro de la ciudad desde la intermodal tiene que ir hasta la rotonda de la antigua estación de autobuses de O Pino para regresar por Eulogio Gómez Franqueira en el sentido opuesto.
Propuesta
Esta nueva configuración de la circulación en la estación de A Ponte afecta especialmente al colectivo de los taxistas, que ya se ha movido para tratar de encontrar soluciones a lo que consideran una situación perjudicial, ya que también afecta a los clientes de este servicio, la mayoría que tienen como destino el centro de la ciudad, como señala el presidente de los taxistas, Francisco Álvarez.
“El 95% de la gente quiere eso y al obligarnos a ir hasta la rotonda del final, ven como tenemos que volver al mismo sitio y ya van cinco euros en el taxímetro”, señala Álvarez.
Para poner remedio, han trasladado ya escritos tanto a los responsables de la obra como a la Policía Local, asegurando que existe total receptividad a sus demandas y que ven conveniente realizar retoques en el circuito para vehículos de la intermodal, lo que podría pasar por cambiar el sentido de la circulación o la instalación de semáforos para regular el tráfico y aumentar la seguridad. “No podemos quedar sentenciados después de una obra que quedó bien pero que precisa puntualizaciones. Confiamos en que haya una solución porque todos la ven necesaria”.