URBANISMO

El nuevo PXOM acota torres en Mariñamansa y A Chavasqueira

El futuro "skyline" de la ciudad, que despuntaba en Oira, O Pino o A Ponte, desaparece al estar fuera de la ordenación provisional.

El nuevo Plan de Urbanismo de Ourense, que acaba de ser expuesto al público tras su aprobación inicial, no sólo restringe -a la espera de como se resuelvan las miles de alegaciones presentadas- el suelo urbanizable o la construcción en el rural; también rediseña, a la baja, el panorama urbano, el llamado skyline de la ciudad, que prometía grandes alturas sobre el papel -no llegaron a construirse en la mayor parte de los casos- con el planeamiento anulado de 2003.

Porque el nuevo Plan, que aún no está vigente, además de rebajar las posibilidades edificatorias hasta dejarlas en cerca de 20.000 viviendas, mengua las alturas de los inmuebles, no sólo en los suelos donde las previsiones del Plan anterior permitían torres de hasta 19 plantas, sino en el resto de la ciudad, donde las posibilidades de edificios de nueve o 10 alturas, se reducen, en casi todos los casos, a edificaciones de bajo más cuatro, cinco o seis plantas, a lo sumo.

Hay excepciones, claro, las que marca la ordenación urbanística provisional, la medida diseñada por el Concello y la Xunta para garantizar el desarrollo urbanístico de Ourense tras la anulación del planeamiento de 2003 y hasta la aprobación definitiva del que ahora se tramita. Esa ordenación incluye 15 ámbitos privados, que ya habían iniciado los pasos para construir cuando en 2011 cayó definitivamente el Plan aprobado por el gobierno del PP. Son, por ejemplo, las áreas de reparto de A Chavasqueira II y Eira Vella, propiedad de Copasa y sin desarrollar, al lado del Miño, con torres de 19 plantas. Si alguna vez se construyen, ellas marcarán el skyline de la ciudad, junto a las previstas en la Finca Santamarina -hasta cuatro torres de 17 alturas, propiedad de una cooperativa, de la Diputación y de la inmobiliaria Flager-, también incluidas en la ordenación provisional pero sin desarrollar. Otro ejemplo que se mantiene es el de la llamada Finca Murias, en la avenida de Zamora a la salida de la ciudad, donde los edificios de seis y nueve plantas contemplados en el planeamiento anterior conservan la edificabilidad por ese mismo motivo.

Fuera de esos entornos, la edificabilidad se reduce, en los suelos urbanos no consolidados (que son la mayoría de estos casos), a una media de 1 metro cuadrado/metro cuadrado, menos del 1,5 que marca la Lei de Ordenación Urbana de Galicia (Louga); esa misma proporción se aplica al entorno de la Ronda Bulevar, el vial que atraviesa el oeste de la ciudad y en el que está previsto el mayor crecimiento urbano. Ahí está, por ejemplo, Eroski, que también conserva la edificabilidad de 500 viviendas, sin construir, al estar amparado también por la ordenación provisional en vigor al haber tramitado permisos. 

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