El empresario y deportista ourensano Julio Álvarez, de 47 años, de Autocares Alfer, ha fallecido repentinamente, sin hacer ruido, algo propio de él.
Hombre discreto y no de muchas palabras, al menos en público, fue un amante de los coches históricos y de competición y un profundo conocedor de la materia, era un habitual del Rally de Ourense, con el que colaboraba de forma activa. Todos los que lo conocieron sabían de esta pasión, la misma que le hacía ayudar a sus amigos a conseguir retos deportivos y personales importantes.
Su pasión por las carreras le llevó incluso a participar en el Rally de Montecarlo histórico, uno de los eventos clásicos y más reconocibles del mundo del automóvil.
Álvarez también disfrutaba del Rally de Ourense y participó en distintas ocasiones, la última a los mandos de un Ford Fiesta R5 con Javier Figueiredo como copiloto.
Era el propietario, junto a su familia, de la empresa Autocares Alfer, una de las más reconocibles del panorama empresarial de la provincia. Y es que si por algo sentía pasión además de por los coches y su familia, era por Alfer, de la que se sentía orgulloso y en la que trabajaba de forma incansable.
Hombre de distancias cortas, considerado “un buen tío” por todos los que lo conocían en el mundo empresarial y de las carreras, y por su tranquilidad, deja un gran dolor en el mundo del deporte del motor y en de la empresa ourensana, tal y como se ha visto en la infinidad de reacciones en las redes sociales a su fallecimiento.
El acto de despedida tendrá lugar a las 16:00 horas de hoy martes en el tanatorio de As Burgas, con las restricciones propias de la pandemia del covid-19.
