Obras en Ourense

La obra de Celso Emilio Ferreiro podría demorarse hasta abril del 2024

El Concello mintió a los comerciantes sobre la finalización de la obra en Celso Emilio Ferreiro: dijo que sería este sábado

Las obras de la calle Celso Emilio Ferreiro podrían prolongarse hasta abril. Ayer se cumplieron cuatro meses desde que una fuerte tormenta descargó sobre Ourense e hizo explotar una tubería del agua que atraviesa la calle. El asfalto y la acera quedaron completamente levantados y los comercios sitiados a ambos lados de la vía se inundaron. 

Aunque se declaró una obra de emergencia, los trabajos de remodelación están llevando su tiempo. Los operarios tienen horarios normales, de mañana. Y los comercios agonizan mientras ven como se retrasa constantemente el plazo. Algunos tenderos aseguran que el Concello les indicó que, precisamente este sábado, estarían finalizadas las obras. Sin embargo, todavía se observan muchos trabajos pendientes de ejecutarse. 

La escape room Frikivila cerró sin saber si podrán volver a aceptar citas y grupos algún día, mientras que el taller CJ Motor directamente tendrá  que ser demolido. Iago, su propietario, asegura que el incidente “les afectó muchísimo”. Por suerte, tenía otro negocio en la ciudad y se centró plenamente en él. “Tuve que cerrar porque los coches no podían acceder al taller. A causa de las obras, van a tener que tirar el edificio abajo”, explicó.

Esta situación, dramática para comerciantes y vecinos, ocurrió este 2023 por una medida pensada para paliar las goteras en un garaje, que acumulaba charcos cada vez que llovía. Cada año, cuando llueve considerablemente,  se levantan las tapas de las alcantarillas de la calle. El agua corre hacia Curros Enríquez evitando problemas, pero no que caigan goteras. Tras pedir soluciones en repetidas ocasiones, se decidió soldarlas para evitar que continuasen disparándose. Sin embargo, la acumulación de agua en la tubería, provocó que saltasen las alcantarillas enteras, levantando el hormigón. 

Así, desde el número 1 al 19, habrá que reconstruir la calle, tanto el asfalto como la acera. La obra corre a cargo de Extraco, según indicaron los comerciantes, que afirman que el presupuesto ya supera los dos millones y medio. Por su parte, vecinos y comerciantes, quieren demandar a Viaqua. 

Temos que sufragar un gasto de máis de 2.500 euros ao mes cando recaudamos entre 200 e 500

Contrarreloj

Aquilino Blanco, de AIT Ourense, señala que desde que ocurrió el desastre, están todos a media asta. “Hai días que xa non veño, únicamente cando teño citas”, señala. En términos económicos, asegura que están perdiendo más de un 70% del negocio.

“En teoría, o sábado acabarían, despois dixéronnos que outubro, pero os operarios afirman que abril, se todo se poñe ben”, indica.  “Abren e volven a pechar. Aínda teñen que meter a tubería ata arriba e facer os empalmes”, añade. 

Aunque en las dos últimas semanas vieron avanzar la obra, “non chegaron nin axudas nin nada. Quen indemniza é o fondo de pensións pero só o fai un 5%”, explica. 

Ahora, Aquilino se encuentra en una situación límite. Aunque llevan 13 años abiertos en la ciudad, este podría ser el último. Llegaron a un acuerdo con el propietario del bajo, pero como mucho se podrán quedar otros dos meses. Por tanto, si la obra no avanza con velocidad, verán su negocio morir. “Temos que sufragar un gasto de máis de 2.500 euros ao mes cando recaudamos entre 200 e 500”, lamenta. 

Además de la calle, tienen que hacer frente a gastos de obra en el interior -dado que tienen las paredes agrietadas por la explosión de la tubería-. Sin embargo, no pueden meter ningún aparato hasta que no finalicen fuera. 

“O grave é que se é unha obra de emexencia, deberían facelo como tal. Non hai xente as 24 horas, só en horario matinal”, comenta con indignación.

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