Con humildad y gratitud recibió la académica Olga Gallego el Premio Trasalba, que dedicó a los bibliotecarios y archiveros de Galicia por su labor silenciosa. Instó a recuperar el pazo de Otero Pedrayo (Pazo Gaión) para culminar la labor de recuperación de su memoria y obra.
Con dedicatoria y petición. Así recogió ayer la académica y archivera Olga Gallego el Premio Trasalba 2008, que le concedió la Fundación Otero Pedrayo, dentro de un acto literario que tuvo lugar en la casa-museo del escritor, en la localidad de Trasalba (Amoeiro). Ante un auditorio repleto en el que se encontraban numerosos exponentes del ámbito cultural ourensano y gallego y con la representación política marcada por la conselleira de Cultura, Ánxela Bugallo; el delegado provincial, Xosé Carlos Sierra; el presidente de la Diputación, José Luis Baltar, y el alcalde de Amoeiro, Rafael Rodríguez, la galardonada se mostró abrumada y moi honrada por recibir lo que calificó como una prestixiosa distinción. O meu único mérito é o traballo de toda unha vida ó servizo do patrimonio histórico, documental e bibliográfico de Galicia, alegó.
Olga Gallego, fiel a su personalidad, recibió el premio con humildade y quiso hacerlo extensible a todos los bibliotecarios y archiveros de Galicia por su labor silenciosa y non sempre recoñecida con la que preservan a memoria do que fomos, somos e seremos, manifestó.
Petición
La académica aprovechó el foro que le brindaba el Premio Trasalba para hacer unha chamada de atención. Apeló a procurar a recuperación ó ser vizo da cultura e cunha dimensión social del que fue el pazo de Otero Pedrayo, el Pazo de Gaión (colindante con la casa-museo), para culminar la labor de recuperación de la memoria y obra de don Ramón.
Por su distinción con el Premio Trasalba 2008, Olga Gallego recibió un libro lembranza que hace un recorrido por la figura de la académica y sus amigos y que recoge también un texto inédito sobre Otero Pedrayo. Asimismo, Isaac Díaz Pardo le hizo entrega de un dibujo (enmarcado), que hizo especialmente para la galardonada.
El acto literario con el que cada año la fundación celebra a memoria de Ramón Otero Pedrayo estuvo dirigido por el presidente del Patronato, Víctor Freixanes y tuvo un recuerdo para el recientemente fallecido Miguel Ángel Araújo (monseñor Araújo), que era miembro del colectivo. Destacó la intervención en gallego de Craig Patterson, representante y alumno del premiado en 2007, John Rhuterford, que presentó su tesis doctoral O devalar de Ramón Otero Pedrayo e a identidade galega.
Don Ramón, de viva voz
La cita anual que la Fundación Otero Pedrayo tiene entorno a la casa grande de Cimadevila, símbolo do segundo rexurdimento, según manifestó el presidente del patronato, Víctor Freixanes, comenzó con una reunión del colectivo en la biblioteca del Centro de Estudios Oterianos, continuó con un concierto de la banda de gaitas y danzas del Concello de Amoeiro y le siguió una misa solemne, tras la que llegó el acto central del día: la entrega del premio. El evento arrancó con la presentación de un texto de Ramón Otero Pedrayo fruto de una conferencia que en su día había dado en Buenos Aires y que fue grabada. Con parte de esa grabación, precisamente, acabó el acto: Otero Pedrayo estaba presente de viva voz. El encuentro sirvió también para desde el patronato de la Fundación se anunciase la firma de un protocolo bianual con la Consellería de Cultura de apoyo a la casa y al sostenimiento de su patrimonio.
Olga Gallego, fiel a su personalidad, recibió el premio con humildade y quiso hacerlo extensible a todos los bibliotecarios y archiveros de Galicia por su labor silenciosa y non sempre recoñecida con la que preservan a memoria do que fomos, somos e seremos, manifestó.
Petición
La académica aprovechó el foro que le brindaba el Premio Trasalba para hacer unha chamada de atención. Apeló a procurar a recuperación ó ser vizo da cultura e cunha dimensión social del que fue el pazo de Otero Pedrayo, el Pazo de Gaión (colindante con la casa-museo), para culminar la labor de recuperación de la memoria y obra de don Ramón.
Por su distinción con el Premio Trasalba 2008, Olga Gallego recibió un libro lembranza que hace un recorrido por la figura de la académica y sus amigos y que recoge también un texto inédito sobre Otero Pedrayo. Asimismo, Isaac Díaz Pardo le hizo entrega de un dibujo (enmarcado), que hizo especialmente para la galardonada.
El acto literario con el que cada año la fundación celebra a memoria de Ramón Otero Pedrayo estuvo dirigido por el presidente del Patronato, Víctor Freixanes y tuvo un recuerdo para el recientemente fallecido Miguel Ángel Araújo (monseñor Araújo), que era miembro del colectivo. Destacó la intervención en gallego de Craig Patterson, representante y alumno del premiado en 2007, John Rhuterford, que presentó su tesis doctoral O devalar de Ramón Otero Pedrayo e a identidade galega.
Don Ramón, de viva voz
La cita anual que la Fundación Otero Pedrayo tiene entorno a la casa grande de Cimadevila, símbolo do segundo rexurdimento, según manifestó el presidente del patronato, Víctor Freixanes, comenzó con una reunión del colectivo en la biblioteca del Centro de Estudios Oterianos, continuó con un concierto de la banda de gaitas y danzas del Concello de Amoeiro y le siguió una misa solemne, tras la que llegó el acto central del día: la entrega del premio. El evento arrancó con la presentación de un texto de Ramón Otero Pedrayo fruto de una conferencia que en su día había dado en Buenos Aires y que fue grabada. Con parte de esa grabación, precisamente, acabó el acto: Otero Pedrayo estaba presente de viva voz. El encuentro sirvió también para desde el patronato de la Fundación se anunciase la firma de un protocolo bianual con la Consellería de Cultura de apoyo a la casa y al sostenimiento de su patrimonio.
