Los ourensanos solicitan al banco una media de 102.000 euros para adquirir su residencia


LR- Las solicitudes de hipotecas están creciendo, pero no su cuantía. Es la tendencia que están mostrando los siete primeros meses  del año con respecto al ejercicio anterior. En 2006, los ourensanos solicitaron a sus bancos y cajas 4.615 hipotecas por un total de  508,9 millones: una media de 384 hipotecas al mes, cada una por 110.285 euros. No obstante, entre enero y julio de 2007 las solicitudes ascendieron a 3.647, por un importe total de 375,2 millones: una media de 521 al mes y 102.881 euros cada una.

 El volumen de actividad en el sector hipotecario ourensano no da señas de una gran ralentización sino, al contrario, de un alto nivel de endeudamiento. Así, entre enero y julio de 2007, los ourensanos pidieron 3.647 hipotecas a sus bancos o cajas, que les concedieron un total de 375.207.000 euros para hacer frente la compra de su vivienda: 102.881 euros por solicitante, según refleja el Instituto Nacional de Estadística. Mientras en los primeros meses del año se solicitaron las hipotecas más cuantiosas, en junio y julio el importe solicitado bajó notablemente.

 En todo caso, la media descendió ligeramente con respecto al año anterior, en el que cada solicitante se había endeudado con su entidad bancaria por 110.285 euros. En el ejercicio de 2006, en la provincia se solicitaron 4.615 hipotecas por un total de 508.965.000 euros.

 No obstante, aunque se pide menos dinero por término medio, el ritmo de solicitud de hipotecas es mayor: mientras en 2006 se constituyeron una media de 384 al mes, que ascendió a 521 en los siete primeros meses de 2007.

 El precio

 ¿Va a disminuir el precio de la vivienda? Los analistas del sector muestran posiciones diversas: mientras algunos sostienen que no bajará, otros opinan que esta afirmación es mentira y que es posible que desciendan. Santiago Lago, profesor de Economía Aplicada en la Facultad de Empresariales, explica que ’hai moitos mercados da vivienda: non é o mismo un piso no Paseo  que nos barrios periféricos da cidade’. Así, entiende que un piso en el centro de la ciudad tiene un mercado muy específico que no bajará, pero en otros lugares ’pode ser’ porque sí hay residencias que están ’sobrevaloradas’. Aún así, no considera que la situación sea alarmante: ’Tería que haber un crack brutal, e non hai indicios de que se produza unha catástrofe’.

 Asimismo, Lago explica que la situación será diferente para quien haya comprado con intención de residir y quien lo hiciera para especular, que podría no ganar tanto como había pensado. También puede ser que los que tengan que vender con urgencia lo hagan a un precio menor al previsto.

 No obstante, constata que la demanda caerá, ya que buena parte fue canalizada en los pasados años y no va a haber compradores con intención de especular, pues los altos tipos de interés y las mayores dificultades para vender cuando necesiten harán que se lo piensen más.

 ’Non hai sinais que apunten a un cataclismo dos prezos, pero si a un axuste, e algunha vivenda podería ir á baixa’, concluye.

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