Ourense atesora un catálogo singular y en aumento de árboles “senlleiros”

Majestuoso ejemplar en el parque de Lonia.
photo_camera Majestuoso ejemplar en el parque de Lonia.
El registro gallego que protege a los ejemplares singulares contempla 26 elementos ourensanos de un total de 186 

Los vecinos de O Viso, en Ramirás, acaban de renovar la Asociación O noso pobo do Viso para dinamizar el núcleo, y la protección del roble centenario que preside el Campo da Feira es una de sus prioridades. El ejemplar, de gran porte y altura, calculan los lugareños que rondará los 300 años y es por ello que han iniciado los pasos para tramitar su inclusión en el “Catálogo galego de árbores senlleiras”.

El registro público impulsado por la Xunta en 2007 es una herramienta viva, en constante actualización y que dota de protección legal a aquellos ejemplares que, por sus características extraordinarias o destacables, deberían ser considerados reliquias botánicas y objeto de respeto vecinal, científico y cultural. Además, para ayudar a su conservación y protección, la Consellería de Medio Ambiente aprueba cada año una orden de ayudas.

No son los únicos, en Lobeira verían con ilusión la inclusión del hermoso castaño de Santa Cristina de Montelongo, y en Muíños hubo varios intentos para la catalogación de los robles centenarios del santuario de A Clamadoira y del castaño de Mugueimes. En la zona de Conso-Frieiras hay muchos ejemplares que reunirían las características para ser catalogados como árboles singulares.

Parques y jardines

La conciencia medioambiental y la preocupación por el cambio climático crece en plena crisis del planeta, y los árboles no son una excepción. El Catálogo Galego de Árbores Senlleiras acaba de incorporar un nuevo ejemplar al registro, el Nogal del Camino Viejo, en Triacastela, y tiene otros cuatro en tramitación, aunque ninguno ourensano. Tras la última incorporación, el registro gallego cuenta con 184 elementos —145 ejemplares y 39 formaciones arbóreas— pertenecientes a 81 especies diferentes.

Solo el 14% del total de árboles protegidos está en la provincia. Son 26 elementos de los que 20 son ejemplares y seis formaciones. Lidera el ránking Pontevedra con 63, seguido de A Coruña con 54 y Lugo con 41. “La realidad es que hoy hay más en la fachada atlántica. Y tiene su razón, porque muchos están en parques y jardines, públicos y privados, y en pazos. Y claro, al estar en estos espacios, los árboles crecen con muchos más cuidados. En Ourense habrá menos, pero los castaños son más monumentales”, declara Antonio Rigueiro, catedrático emérito de la USC, presidente de la Asociación Forestal de Galicia y académico numerario de la RAGC, quien acaba de hacer públicos los resultados de un estudio sobre el valor económico del patrimonio vegetal de Galicia.

La tasación permite valorizar los ejemplares, darle un plus a la protección legal que les da el catálogo. Una herramienta “muy importante”, matiza Rigueiro, porque recoge “árboles que son monumentos vegetales, que son muy viejos y tienen dimensiones extraordinarias. Aunque algunas, como la higuera de la Casa da matanza de Padrón “no es excepcional, pero tiene un componente cultural importante”, trasladaba el académico citando a Rosalía en Cantares Gallegos. Un respeto al patrimonio natural, “que  no sabemos si de cara al futuro, nos puedan aportar cosas importantes”, pero que, por lo pronto, ofrece beneficios madereros, frutales, de protección del medioambiente y de la calidad de las aguas, de conservación de la biodiversidad y “ también paisaje bonito, valioso y que contribuyen a la mejora de la salud, física y mental de los humanos”, dijo Rigueiro.

Roble - Un legado varias veces centenario en las tierras bañadas por el río Limia

Dos de los tres ejemplares en el entorno de la iglesia de Bande.
Dos de los tres ejemplares en el entorno de la iglesia de Bande.

Las tierras de la Alta y Baixa Limia, esta última conocida como tierra de los “quarquernos” en tiempos de los romanos, concentra la representación ourensana del quercus robur L. Tres ejemplares y una formación arbórea, esta última la banduense “Carballos da Sementeira” que presiden la entrada a la iglesia de San Pedro. Se trata de tres robles centenarios cuya floración, según la tradición popular, marca el tiempo de sembrar las patatas (roble de en medio), el maíz (norte) y las habas (sur). De gran valor cultural es también la Carballa da Rocha, en A Saínza, cuya sombra cobija cada mes de septiembre la popular romería que incluye la batalla de moros y cristianos.  Completa la representación limiana el gran roble de Reboreda, en Porqueira. El cuarto, denominado Pai dos Rebolos, está en una gran espesura arbórea en Dradela, en Viana do Bolo.

Castaño - Los ejemplares más monumentales de Galicia

Ejemplar de Soutogrande.
Ejemplar de Soutogrande.

La provincia cuenta con hermosos  “soutos” de entre 300 y 500 años, de los cuales 15 elementos están incluidos en el registro. Es el caso del castaño de Pumbariños, en Manzaneda, cuyo tronco es el de mayor diámetro de Galicia: 12,15 metros. Sin salir de la parroquia está también el Souto de Rozabales, con 25 ejemplares de unos 500 años, y el castaño de Placín.

Tres son los ejemplares catalogados en A Mezquita, dos en Cávados y el de A Ribeira. En Vilariño de Conso se encuentra el “castiñeiro” de Soutogrande, de reciente actualidad tras una tasación que lo cifró en 758.957,56 euros. Comparable en dimensiones con el de Pumbariños es el de Pexeiros (Os Blancos), en cuya plaza de la villa hay catalogados un conjunto de cuatro ejemplares más.

En Cerdedelo (Laza) está el conocido como castaño de los diez hijos, cuyos fustes superan los 30 metros de altura y diez de perímetro, y que lo convierten en uno de los de mayores dimensiones de Galicia. A Ramioga (Nogueira de Ramuín), Santa Eufemia (Baños de Molgas), Trambolosríos (Parada de Sil), Oreal (Viana do Bolo) y Peninvello (Xinzo) completan el listado.

Abedules - Una formación camuflada en Xares

Bosque de abedules.
Bosque de abedules.

Dos docenas de ejemplares conforman el “bidueiral” del Xares, en A Veiga, considerado un templo para estas reliquias botánicas de la especie betula celtiberica, de gruesas raíces y recubiertos de musgo. Los árboles, camuflados en un bosque de robles, castaños, fresnos o sauces, cuentan con una altura de entre 18 y 20 metros, y una antiguedad de entre 80 y 100 años. La formación arbórea está enclavada en el interior del tecor de su mismo nombre, una zona de caza de 20.000 hectáreas vallada, en donde campan ciervos, gamos, muflones y corzos.

Encina - Un ejemplar mediterráneo de leyenda

El Quercus Ilex L tiene una antigüedad de entre 250 y 500 años.
El Quercus Ilex L tiene una antigüedad de entre 250 y 500 años.

Árbol siempre verde, de porte variable y hasta 15 metros de altura de la familia de las fagáceas, tal y como consta en el propio catálogo de árboles “senlleiros”, la Encina de Covas es una de las de mayores dimensiones de Galicia. El ejemplar de Quercus Ilex L, ubicado en el término municipal de Rubiá, si bien es más propio de los climas mediterráneos, cuenta con una antigüedad de entre 250 y 500 años y una altura de 18,10 metros. Asentado sobre una gran piedra caliza donde, según los lugareños, los “mouros” enterraron allí un tesoro. También hay quien defiende que este ejemplar fue quien dio nombre al parque Serra da Enciña da Lastra en el que se ubica.

Rebollo - Guardianes del patrimonio monumental

El rebollo de Queguas, en Entrimo.
El rebollo de Queguas, en Entrimo.

La provincia de Ourense cuenta con dos ejemplares de Quercus Pyrenaica representados en el catálogo. Se trata del rebollo de Queguas, enclavado en las antiguas Cortes da Carballeira de Entrimo, un conjunto de corrales donde se cobijaban las caballas ganaderas de vacuno. El ejemplar entrimeño, de entre 150 y 200 años, se erige con una altura 17,70 metros y 4,63 de tronco, a modo de guardián junto a la capilla de la Ascensión. 

El concello de Manzaneda, y concretamente la parroquia de Rozabales, vuelve a aparecer en este catálogo “senlleiro”, en esta ocasión con un rebollo enclavado en la entrada del Pazo da Pena del siglo XVI que le da nombre. Un ejemplar de 26,30 metros de altura y una gran copa redondeada de casi 25 metros de diámetro que bien merece una visita.

Alcornoque - Un hermoso ejemplar en la capital

Majestuoso ejemplar en el parque de Lonia.
Majestuoso ejemplar en el parque de Lonia.

Enclavado en un parque público en el lugar de Lonia, en el extrarradio de la ciudad de As Burgas, muy cerca del Campus Universitario, se encuentra esta especie de Quercus Suber L. Un árbol de la región mediterránea, poco frecuente en Galicia, pero que no por ello le resta cualidades para ser considerado uno de los alcornoques más hermosos de Galicia. La “Sobreira do Loña”, de unos 300 años de antigüedad, supera los 22 metros de altura con sus grandes ramas que configuran una copa globosa y de grandes dimensiones fue candidato a “Árbol del Año en España 2021”.

Tilo - Especie exótica con más de un siglo

Tilos plateados de Ribadavia.
Tilos plateados de Ribadavia.

El atrio de la iglesia de Santo Domingo de Ribadavia, antiguo convento dominico declarado Monumento Nacional en 1931, cuenta con tres frondosos ejemplares de la Tilia Tormentosa Moench. Una especie exótica, originaria de los Balcanes, Hungría y del sudoeste de Rusia y Anatolia, que comenzó a extenderse como árbol ornamental a partir de la década de los años 70 del siglo pasado en las ciudades europeas. Los tilos plateados de Ribadavia tienen 150 años y su altura varía desde los 20,50 a los 27,90 metros, y una circunferencia del tronco de 3,78, 3,05 y 2,36 metros. En el año 2019 se dieron de baja del catálogo gallego los ejemplares de tilos plateados de Oseira.

Tejo - Tesoro que ha llegado a nuestros días

Ejemplar del “teixadal” de Casaio.
Ejemplar del “teixadal” de Casaio.

El Teixedal de Casaio, en el término municipal de Carballeda de Valdeorras es, tal y como subrayaba el experto académico Antonio Rigueiro, “el más importante que ha llegado a nuestros días en Galicia”. Árbol venenoso, de lento crecimiento y muy longevo, la formación catalogada está compuesta por más de 400 ejemplares, con edades comprendidas entre los 200 y los 400 años y una altura que puede llegar a alcanzar los 17 metros, dentro de un rico bosque en el que se pueden encontrar abedules, alisos, avellanos, arces blancos, cerezos, fresnos, melojos, robles… También hay varias especies de helechos y pies dispersos de enebro rastrero en la subida por el valle de Pena Suburbia, “en una de las pocas localizaciones en las que aparece de manera natural en Galicia”, recoge el catálogo autonómico.

Te puede interesar