ANÁLISIS

Ourense se enfrenta a la batalla de bajar la curva más dura de Galicia

La propagación del virus se disparó en la primera semana de abril, cuando en el resto de áreas el alza era ya más contenida

Ourense, al igual que el resto de áreas sanitarias, se encuentra inmerso en el gran desafío de contener a un coronavirus que ha puesto patas arriba el mundo al tener confinados en sus domicilios a millones de personas y la actividad económica al ralentí, pero que sobre todo ha llevado al límite a los sistemas sanitarios, exprimiendo sus recursos para evitar que siga engordando una lista ya demasiado abultada de fallecidos.

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Camino ya del mes con el estado de alarma decretado, Galicia parece haber entrado, como la mayoría de comunidades, en la fase de estabilización del virus, pero tiene ante sí la batalla de evitar la saturación de hospitales, un objetivo que Ourense afronta con la curva más dura de las áreas sanitarias gallegas, dado que la incidencia que ha tenido el coronavirus en la provincia supera, de lejos, al resto de territorios, ya que atendiendo a los casos activos que cada día desvela el Sergas, hay más de 325 casos por cada 100.000 habitantes, con Galicia en 202. La influencia de la pandemia es palpable ya en cualquier rincón de la geografía ourensana, con todas las comarcas afectadas.

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La diferencia con el área menos golpeada por la pandemia –Pontevedra– es notable, ya que la ciudad del Lérez y su entorno apenas llegan a 149 casos por cada 100.000 habitantes, logrando junto a Vigo y Lugo tener algún día en que incluso hay menos enfermos controlados por el Sergas que en la jornada anterior.

En esa lucha está también Ourense, que en los dos últimos días ha logrado aplacar los nuevos contagios, un logro al que agarrarse tras un inicio de abril muy complicado en el que la propagación del virus se disparó muy por encima de la media gallega, ya que el resto de áreas ya ofrecían síntomas en este mes de que el escenario se había estabilizado.

Brotes

Al cierre de marzo, Ourense contabilizaban 559 casos activos, una cifra que ocho días después asciende a 1.001, lo que supone un incremento del 79%, cifra a la que solo se acerca Santiago con cerca de un 57%, mientras que el resto de áreas sanitarias oscilan entre el 45,2% de Ferrol y el 11,62% de Vigo.

En este escenario ha tenido mucho que ver, sin duda, lo sucedido en las residencias de mayores, ya que en lo que va de abril se han triplicado los contagios en estos centros, pasando de 113 infectados a un total de 362, con nuevos focos que se sumaron al detectado en la residencia San Carlos de Celanova, encontrándose entre ellos la residencia Nuestra Señora de la Esperanza, por encima del centenar de positivos, la Divino Maestro, Nuestra Señora de Fátima, Castro Caldelas o Galisenior.

Dos jornadas han sido especialmete críticas para Ourense en su batalla contra el coronavirus, las del 2 y 5 de abril, cuando la cifra de casos activos se disparó 101 y 181 personas, respectivamente, lo que empuja al área ourensana a rozar incluso ser el área gallega con más casos totales. Además, el pasado lunes el balance también fue muy negativo, ya que el casi 8% de aumento de casos activos suponía más del doble que el crecimiento que se registraba en el conjunto de Galicia.

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Atención

El desafío de aplanar la curva y comenzar el descenso para ver la luz al final del túnel cuenta también con el hándicap del alto volumen de pacientes que requieren atención hospitalaria para tratar sus casos. Así, según los últimos datos difundidos ayer por el Sergas, 205 personas requerían su ingreso en Ourense, 184 en planta de alguno de los centros de la provincia y 22 en la UCI.

Este registro supone una incidencia de 68 casos por cada 100.000 habitantes, con uno de cada cinco contagiados hospitalizados. La incidencia en el conjunto de Galicia no llega a los 37 casos por 100.000 habitantes, un 18% del total, dos puntos por debajo de Ourense. En el desglose por áreas sanitarias, A Coruña tenía este miércoles 229 pacientes hospitalizados, Santiago 192, Vigo 168, Pontevedra 83, Lugo 60 y Ferrol 44.

El incremento de pacientes ingresados ha llevado a la gerencia del área ourensana a activar diferentes fases de su plan de contingencia, como vaciar el ala psiquiátrica del Hospital de Piñor para tener espacio por si la cifra de ingresos continúa creciendo o dotar con más medios la atención a los pacientes críticos. A diferencia de A Coruña, Santiago o Vigo, no se planifica la construcción de un hospital de campaña.

Letalidad y altas

Desde que se conoció la noticia el 20 de marzo de que una mujer de 93 años usuaria de la residencia San Carlos de Celanova había fallecido con coronavirus, el coronavirus ha estado presente ya en 56 víctimas mortales en la provincia, un registro solo por detrás de los 76 de A Coruña y los 67 de Vigo, pero que de nuevo en función de la población arroja que en Ourense hay más muertos por habitante, con la jornada más letal vivida el pasado 3 de abril, cuando se certificaron nueve defunciones.

Mientras, también es destacable la evolución que han tenido las altas, con ya 105 pacientes curados y un aumento en una semana notable. Noticias para empujar en esta ardua batalla. 

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