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Unas elecciones no dieron nunca tanto trabajo, literalmente. Los 21.426 electores que solicitaron el voto por correo desde Ourense tienen hasta el próximo jueves 20 para enviar sus papeletas, pero para que todo el sistema funcione correctamente se han necesitado refuerzos en cada eslabón del sufragio a distancia, empezando por el personal de las oficinas. En toda Galicia se han creado un total de 1.424 puestos para reforzar la plantilla ante las cifras récord de participación por correo, 173 en la provincia.
Las solicitudes en Ourense fueron más del doble que en las elecciones del 2019: entonces, 9.000 ourensanos ejercieron su derecho frente a los más de 21.000 actuales. Los carteros y carteras se pueden ver por la ciudad estos días, timbrando en portales y repartiendo sobres a mansalva: “Nunca había trabajado tanto en mi vida”, afirmó un funcionario de la zona de As Lagoas. “La gente no me abre las puertas porque piensa que vengo a traer la convocatoria de las mesas electorales. Estoy desbordado”, explicó.
La oficina central de la calle Progreso de Ourense es una de las 20 que ampliarán su horario en la provincia, ante tal demanda del servicio debido a la convocatoria electoral. Abrirá media hora antes y cerrará media hora después.
La situación de la principal oficina de la ciudad era perfectamente visible desde el paso de cebra de enfrente, con gente sentada en las escaleras de acceso e incluso por el lateral del edificio. Julia Blanco es una de las personas que esperan su turno, ticket en mano, mientras la pantalla cambia frenéticamente y el pitido no para de sonar. “Es la segunda vez que me paso, vine anteayer y había cola para una hora y cuarto”, afirma. Lo solicita porque el próximo domingo estará de vacaciones en Ribeira (A Coruña) y “no quiero tener que venir”.
Por otra parte, María del Pilar Rodríguez es ya una veterana en este campo de batalla: “Lo pido siempre porque es más cómodo”, asegura. Se muestra contenta con el sistema, “funciona muy bien”, pero nota “mucha diferencia” con respecto de otros años.
