La nula gestión del programa cultural y de ocio veraniego en Ourense es un caso único en Galicia y, probablemente, en España. El Concello de Ourense es el único de los principales gallegos sin proyectos estables para aprovechar el tirón de los visitantes y de los ourensanos: al revés, un laberinto de calles cortadas por obras invita más a marcharse que a quedarse. La comparativa con el resto de Galicia deja en mal lugar a la ciudad de As Burgas, pero ni siquiera hay que ir muy lejos para comprobar que hay vida más allá de la capital. En el resto de concellos ourensanos, por pequeños que sean, hay programaciones de verano para niños y mayores. Cine al aire libre, conciertos, actividades en las bibliotecas, fiestas gastronómicas… El rural se llena y la ciudad acusa la falta de iniciativa municipal. El resto de ciudades gallegas aprovecha el tirón veraniego para impulsar las arcas municipales con un retorno económico que, en algunos casos, se cuenta por millones.
Cerrado hasta octubre
El Concello de Ourense no disimula su ausencia de programación de verano en 2023. De hecho, en su web se puede consultar una agenda de actividades. Ninguna está programada por el Concello de Ourense hasta el mes de octubre, cuando se celebra una gala de ilusionismo en el Auditorio municipal. Hasta entonces, la nada. Además de promocionar actividades de otras administraciones -el Teatro Principal y el centro cultural Marcos Valcárcel dependen de la Diputación provincial-, el Concello también vende actividades de otros concellos de la provincia. Ninguna de ellas está promovida por la administración local, que repite la misma estrategia de años anteriores: no gestionar ningún proyecto veraniego.
El resto de urbes
Vigo tiene un programa de conciertos ya consolidado en el panorama gallego. Los shows de Castrelos colapsan la ciudad durante los dos meses de conciertos, con colas para lograr entradas para ver a reconocidos artistas. El Concello de Vigo señala que en 2022 pasaron por este auditorio al aire libre más de 600.000 personas. Otro festival, O Marisquiño, dejó el año pasado en la ciudad olívica un retorno de 24 millones.
El Concello de Pontevedra tiene nombre para su programa de verano: el Pontevedra Verán Fest. En los meses de verano pasarán por los barrios pontevedreses cerca de 300 artistas. Es gratis para los asistentes, pero el Concello calcula un retorno para la ciudad de un millón de euros.
Atlantic Pride, Morriña Fest, Noites de María Pita, Noroeste o Coruña Sounds son los nombres de algunos de los festivales musicales por los que apuesta A Coruña para el verano. De hecho, el Concello aprobó en el pleno del mes de julio una modificación de crédito de 2,2 millones de euros para reforzar la programación estival. La ciudad herculina programa más de 300 eventos culturales y de ocio con motivo de las Fiestas de María Pita, que duran todo agosto. La ciudad es un hervidero de gente estos días.
El Concello de Lugo se vende como Capital da Cultura do Eixo Atlántico. Programan 20 conciertos gratuitos hasta el mes de septiembre bajo el sello “Muralleando”. Además, el área de Bienestar invita a los lucenses a conocer Galicia con excursiones a coste reducido a diferentes puntos. En Lugo hay música en directo y espectáculos circenses todos los miércoles y jueves de agosto.
En Ferrol colaboran con la hostelería. El Concello acaba de presentar un programa conjunto con los hosteleros para dinamizar la ciudad en verano. Celebrarán hasta 25 conciertos hasta el 31 de agosto en varias calles de la ciudad, con el objetivo de apoyar al comercio. Además, también estos días, gozan de la sexta edición de la Feira da Cervexa Artesá.
Por último, Santiago no se queda atrás en cuanto a programación estival. Durante todo agosto, acoge la XX edición del festival Feito á Man, que ofrece 40 propuestas musicales en calles y plazas de la ciudad vieja. Para un público familiar, Santiago programa “Festival C 2023”, que durante agosto también convierte las calles en un escenario para circo, poesía y danza. Todas las actividades son gratuitas. También empiezan a consolidarse en Santiago los conciertos al atardecer en el Gaiás.
Quejas
La ausencia de programa estival en la ciudad de Ourense es una constante con el actual gobierno municipal. La oposición criticó en más de una ocasión el “desierto” cultural y de ocio en el que se convierte Ourense durante julio y agosto. A esta falta de actividades hay que añadir el recorte en actividades de conciliación. Los centros cívicos, utilizados en verano para este cometido, están sin actividad este año durante los meses no lectivos de los niños ourensanos. Apenas se ofrece un proyecto de conciliación en colegios de la ciudad, pero solo llega a 800 niños.
