Desde Oviedo hasta Ourense por unas termas desaparecidas

Emma y Ángela, dos hermanas asturianas en las termas. (ÓSCAR PINAL)
photo_camera Emma y Ángela, dos hermanas asturianas en las termas. (ÓSCAR PINAL)

Emma y Ángela son hemanas y residentes en Oviedo. Llegaron ayer a Ourense para bañarse en las termas de A Chavasqueira y encontraron un panorama desolador, sin rastro del emblema más ourensano

Pese a que A Chavasqueira se había convertido en un barrizal, con bancos, vallas y árboles caídos, los turistas y visitantes se acercaron ayer de igual forma hasta el espacio termal, muchos de ellos sin saber qué iban a encontrarse. El escenario, un área recreativa arrasada por el agua, es el espejo de una ciudad termal sin termas, cuya única opción es acudir a las pozas privadas de Outariz y pagar para acceder a las mismas.  

Emma y Ángela son dos hermanas que vinieron a Ourense ayer desde Oviedo para darse un baño de agua caliente junto al río, pero se encontraron con un panorama desolador nada más llegar. Reconocen que antes de partir, unas amigas suyas les advirtieron sobre la crecida del Miño, por lo que buscaron información en internet. “Ponía que estaba abierto”, explican. 

“Cuando llegamos nos escontramos con esto, por lo que tendremos que ir a las privadas”, aseguraron. Ambas señalan que entienden que al estar construidas sobre una zona inundable, resulta “lógico que pase esto, el agua tiene que salir por algún lado”, apuntan. 

Cristiana y Daniel son una pareja de portugueses que ayer se acercó a pasear al Tinteiro. Aunque son de Paredes de Coura, llevan un tiempo viviendo en la ciudad, donde abrieron un restaurante. Siempre que tienen un día libre se acercan a las termas y sus alrededores a pasear. A su llegada, ayer, encontraron una recua de destrozos. “Mientras estuvieron abiertas, los horarios eran mínimos. A las ocho te tenías que marcharte, señalan.

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