El pacto PSOE-PP echa a andar en Carballiño y embrolla el de la ciudad de Ourense

Los grupos municipales de la oposición en Ourense -PSOE, PP y BNG- afrontan el segundo de los encuentros para intentar articular una moción de censura contra el alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, sobre la base del denominado “Pacto da Concordia”, un documento inicial de 14 puntos presentado por los socialistas para arrancar las negociaciones. En el primer encuentro, celebrado la semana pasada, se lograba un acuerdo de mínimos: ampliar los 14 puntos básicos para recoger las peticiones de populares y nacionalistas. Entonces el BNG puso una línea roja: que la alcaldía la ocupase un edil socialista, aunque los nacionalistas no se oponen a un gobierno PSOE-PP.

Natalia González, portavoz municipal socialista, espera que el encuentro de hoy “sea una continuación de lo que planteamos en la primera reunión; el PP había formulado la posibilidad de que se pudieran aportar propuestas e incorporarlas a los 14 compromisos iniciales, y priorizar los que consideramos imprescindibles, caso de una auditoría económica y la licitación de las concesiones. Es decir, darle forma al documento para que sea parte de todos”.

Pero esta segunda reunión viene marcada por las dudas sobre hasta dónde pueden negociar los socialistas ourensanos. Así, el PP les exige que aclaren si cuentan con la autorización de sus direcciones autonómicas y nacionales. “Queremos saber si el PSOE cuenta con la autorización de sus superiores porque, de lo contrario, las negociaciones no tendrían sentido”, reconoce Sonia Ogando, portavoz municipal del PP, en una línea similar a la señalada por el líder del PP ourensano, Luis Menor. “Lo primero es ver el pacto y hacer aportaciones antes que hablar de sillas”, añadía Ogando, quien asegura también que “nosotros no tenemos límites marcados, pero no vamos a aceptar líneas rojas y queremos saber si el PSOE tampoco”. A esta petición, la socialista Natalia González garantiza que “estamos legitimados por nuestra formación”.

Por su parte, el BNG no quiso entrar en esa polémica. Su concejal, Xosé Manuel Puga, confirmaba que los nacionalistas se sentarán a la mesa con un solo objetivo: “Imos á reunión para botar a Jácome”, asegura Puga. “É a nosa expectativa”, añadía el edil.

El vaivén político con el que comenzaba la semana siembra dudas sobre la viabilidad del pacto, sobre todo una vez se han ido pronunciando los líderes autonómicos. El secretario xeral del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, afirmó ayer que el caso de la ciudad es distinto al de Carballiño. Se trata, dijo, de un “marco de apertura de diálogo” abierto “con varios partidos” para “resolver el colapso” producido por Jácome.

Mientras, el líder popular Alfonso Rueda afirmó ayer que la postura del PSOE “non son formas; queremos dar estabilidade ós gobernos municipais, e ós socialistas parécelles mal”. Aún así, daba teórica carta blanca a sus compañeros afirmando que el acuerdo “é unha decisión de grupos municipais”.

Lo que está en juego

Un nuevo PXOM

El plan de urbanismo vigente es del año 1986. Está próximo a cumplir 40 años.

Presupuestos

Las últimas cuentas aprobadas son de 2020, y su apartado de personal está anulado por sentencia judicial.

Pago a Proveedores

El tiempo medio del pago de facturas es de 111 días, según los datos de mayo.

Plaza de Abastos

El pacto pretende desbloquear las obras pendientes del mercado situado junto a la Alameda.

Elaboración de RPT

Tras ocho años sin modificar, los grupos buscan una nueva Relación de Puestos de Trabajo, que permita el Plan de Estabilización del personal municipal.