Ana Isabel Gabarri Montoya y Marcos Jiménez Montoya reconocieron ayer en el Juzgado de lo Penal número 2 que habían permitido el absentismo escolar de sus dos hijos menores y aceptaron una multa de 620 euros (seis meses con una cuota diaria de cuatro euros) por un delito de abandono de familia.
Los hijos durante el curso 2009-2010 estuvieron escolarizados en el instituto de Secundaria Porto Vello de la ciudad y consintieron que no asistieron regularmente a clase. De hecho, la profesora tutora de los menores, la dirección del centro y los Servicios Sociales del Concello advirtieron a los padres en distintas ocasiones de la obligatoriedad de la enseñanza y de las consecuencias del incumplimiento.
No en vano, ya en última instancia, intervino la Fiscalía de Menores de Ourense, que tramitó unas diligencias de investigación, llegando a advertir a los padres de la obligatoriedad del cumplimiento del deber de enseñanza.
En ese curso, hubo meses en los que la incomparecencia a clase llegó a ser del 70 por ciento de los días lectivos (febrero de 2010) .
No en vano, ya en última instancia, intervino la Fiscalía de Menores de Ourense, que tramitó unas diligencias de investigación, llegando a advertir a los padres de la obligatoriedad del cumplimiento del deber de enseñanza.
En ese curso, hubo meses en los que la incomparecencia a clase llegó a ser del 70 por ciento de los días lectivos (febrero de 2010) .
