El pasado fin de semana, la rúa Remedios de O Couto permaneció cerrada al tráfico por obras de mejora en uno de sus tramos, tanto de la calzada como de las aceras. Reabierta, los vecinos no ven "ninguna" mejoría. "Esto es un desastre, levantaron las baldosas para cubrir los huecos con asfalto y con cemento", explica Mila Lahoz.
El empleo del hormigón fue la última medida para "remendar" esta calle, que suma cada poco intentos de arreglo como ya sucedió en diciembre. "Os meus pantalóns cando era neno e había que remendalos estaban moito mellor que o que fan nesta rúa", cuenta Antonio Vázquez.
Pese a este cambio en el pavimento, siguen patentes baldosas sueltas. "Son un perigo para os coches, xa que poden romper unha roda", apunta Antonio Silva. Si esto sucediese, Lahoz lo tiene claro: "No me muevo hasta levantar un atestado, porque pago unos impuestos para tener esto en condiciones", afirma.
Todos se preguntan por la garantía de esta obra y no entienden que, desde la instersección con Greco hasta el final, esté en buenas condiciones: "A partir de Greco ha quedado perfecto, el resto está fatal y tendrán que reclamar alguna garantía", cuenta Fina López. Para Puri Paz solo hay una solución: "Usaron pedra, pois que arranxen con pedra, porque isto é unha chapuza", asegura.
El problema del chapapote trae otros consigo: "Está atascando todos os sumidoiros, que xa non se atopaban moi ben antes desto", atestigua Vázquez. Para este vecino, la obra en general es una "chapuza": "Os alcorques non teñen árbores, o metal estase a levantar e pode pasar algo grave se alguén cae sobre eles", detalla.