La asociación cultural Porta da Cadea, de reciente creación, ya ha conseguido recopilar centenares de fotografías que dan cuenta de la historia del pueblo, recordado en la provincia por el virtuosismo de sus músicos a comienzos del siglo XX.
La plaza do Campo do Carril, el sábado, y la plaza de San Juan, ayer, lucían un centenar de fotografías que mostraban el efecto del paso del tiempo por Sobrado do Bispo (Barbadás). Esta fecha no es causal, ya que los organizadores, la asociación cultural Porta da Cadea, intentaron que la exposición coincidiera con el regreso de emigrados por vacaciones. Además, la doble ubicación de la muestra está pensada para facilitar su visita a las personas mayores o con dificultades de movilidad. La asociación comenzó a recopilar fotografías hace dos años, y cada tres meses organiza una nueva exposición, en la cual la serie crece en unas quince imágenes. Para conformar cada muestra, realizan una selección de fotos, las amplían y, para poder exponerlas al aire libre, hacen copias en plástico especial e implementan un sistema de láser gracias al cual se vuelven inmunes a las inclemencias del tiempo.
El intercambio de conocimientos con los vecinos es constante: así, durante la mañana de ayer fueron varios los vecinos que, atraídos por la propuesta, entregaron sobres con sus antiguas fotografías. Juan Carlos Arias, miembro de la asociación, valora que, gracias a iniciativas como esta, “la gente recuerda anécdotas y nosotros conseguimos información sobre el pasado, para que no se pierda”. Esta última versión de su exposición está formada por 110 imágenes. La más antigua de ellas data de 1910. Es una pequeña postal que contiene el retrato de un niño que fue el padre de Fermina, una mujer de ya más de 80 años que todavía vive en Sobrado. La muestra contiene también una serie de 18 pares de fotografías con el antes y el después de varias zonas emblemáticas del pueblo, comparando 1946 y 2021. Y ocupan también un lugar privilegiado los intérpretes de Sobrado, el cual es un “pueblo musical” con presencia de bandas desde 1920. Eran tantos y tan virtuosos los músicos de Sobrado que el pueblo contaba con varias agrupaciones (tocaban sobre el mismo palco que ayer era testigo de la exposición) y además nutrían, como componentes, a las bandas de Celanova, Ourense o Alongos.
JUAN CARLOS ARIAS: “MUCHOS DE LOS VISITANTES APORTAN NUEVAS FOTOS E INFORMACIÓN HISTÓRICA”
Una de las imágenes, datada en 1946, se la compraron por internet a la librería madrileña Pardo. En el dorso, aparecía escrito “familia de Sobrado do Bispo”, pero desconocían quiénes eran las personas que aparecían en ella. No obstante, al incluirla en la exposición, un nieto reconoció a sus padres y abuelos. Así fue como comprobaron que los vendedores no mentían: realmente se trataba de una familia de Sobrado.
El vecino Rubén Seara, uno de los visitantes a la exposición durante el mediodía de ayer, explica que “es muy bonito ver como los vecinos comentan entre ellos la jugada y se intentan poner de acuerdo sobre quién sale en cada foto. Estuve también con Pepiño, el músico, que consiguió datar las fotografías en función del tamaño de los instrumentos, ya que a partir de 1920 se empezaron a construir más grandes, por lo cual cambió el sonido, y se vieron obligados a tirar los antiguos”.
