FALTA DE CONDUCTORES

La patronal del transporte no quiere un “parche” y sí una FP

Camiones de transporte circulando por el Polígono de San Cibrao (foto: Óscar Pinal)
photo_camera Camiones de transporte circulando por el Polígono de San Cibrao (foto: Óscar Pinal)
Ante los retrasos en permisos de trabajo reclama una educación pública para formar conductores 

La Asociación Empresarial de Transporte de Mercancías por Carretera (Apetamcor) cree que la idea de importar mano de obra cualificada desde Perú ha sido una inciativa positiva para hacer frente a un problema inmediato, pero que a largo plazo no se debe descuidar la creación de una cantera de trabajadores ourensanos que garantice el relevo generacional. Y eso se conseguirá cuando se implante una Formación Profesional de transportistas dentro de la educación pública, pues ahora mismo todo el gasto de esa formación corre a cargo del propio trabajador, lo que supone una barrera de entrada.

“Nuestras empresas requerían conductores. Hicimos un convenio con Nukloo y el balance es positivo”, explicaba Natalia Blanco, coordinadora de la asociación. “La gente está formada, está trabajando, y en rasgos generales, la valoración es buena. Es verdad que esto es un parche, pero los camiones tienen que rodar y no hay conductores”, añadía. Myriam Otero, secretaria general de Apetamcor, repasaba la reciente colaboración con la empresa Nukloo: “Contrató con Apetamcor la formación de CAP (el certificado de aptitud necesario para ser conductor profesional) para que pudieran hacer el examen práctico de canje. Hay un acuerdo con Perú que facilita el papeleo, pero aún así es muy lento”. Otero añade que, al venir con visados de estudiantes, las horas de trabajo que podían hacer estaban limitadas, y luego ese visado debe cambiar para que puedan trabajar en España. “El segundo grupo acaba de examinarse, sólo ha suspendido uno de ellos y estamos a la espera de que se les expida la tarjeta CAP”, comentaba Otero.

Apetamcor cree que lo ideal sería la formación de una cantera de transportistas ourensanos. El problema estaría en que formar de cero a un chófer rondaría los 4.000 euros y actualmente la tarjeta CAP sólo se expide en autoescuelas privadas. Miriam Otero recordaba que países como Francia o Alemania tienen sistemas públicos que corren con ese gasto y consideraba que lo ideal sería introducir una línea de Formación Profesional dedicada al transporte, donde los estudiantes se graduaran ya como conductor profesional.

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