El peso del tatuaje carcelario

Pilar Iglesias, en primer término, y algunos de los internos que participan en el taller. (Foto: JOSÉ PAZ)
Presos de Pereiro de Aguiar y técnicos del Museo Etnolóxico de Ribadavia colaboran en un taller que en la edición de este año propiciará una reflexión sobre el cuerpo y sus lenguajes, con especial atención a los tatuajes. El tatuaje es a veces la forma en que escriben los internos su autobiografía.
El tatuaje es a veces la forma en que escriben los internos su autobiografía. La historia de las cárceles representa en esa medida la historia de los grabados en la piel con que los prisioneros componen, en pocas palabras, su relato personal. Hay un poder icónico en esa tinta estampada en la piel que no ha conseguido pasar desapercibido para el Museo Etnolóxico de Ribadavia, que desde hace tres años, a través de un taller didáctico, reproduce en la prisión de Pereiro de Aguiar el trabajo propio de un museo. 'Este año hemos elegido el cuerpo y sus lenguajes como tema', subrayó en la inauguración de la actividad Pilar Iglesias, técnico del museo. Aguardan cuatro meses de reflexiones, de búsqueda de objetos, de participación, de análisis que contribuyan 'a elaborar un discurso que dé pie a una exposición fotográfica'.

Todo termina siendo metafísica. También los tatuajes. 'Queremos analizar cómo nos manifestamos, cuáles son los signos que nos identifican, qué expresa de nosotros nuestro cuerpo'. Los presos, imitando aquel verso de Paul Valery, se harán a sí mismos la visita del casero, en una maniobra de reconocimiento de las simbologías del cuerpo humano. 'No sabemos aún qué saldrá de aquí', señala Pilar Iglesias en relación al taller, pero 'estoy convencida de que acabaremos hablando del body-pearcing y los tatuajes. Los tatuajes son un tema recurrente desde que el Museo Etnolóxico colabora con la prisión. ¿Representan un icono de la identidad carcelaria o no? ¿Qué buscan expresar? Éstas y otras son las preguntas que pretendemos responder'.

CÓDIGOS DE LOS INTERNOS

Hay códigos que los internos quieren explicitar desde el primer momento. El instante silencioso en que simplemente se les mira. Detrás del tatuaje queda al descubierto un submundo de significados muy personales, que, históricamente, los presos han usado para diferenciarse, rebelarse o manifestar su rudeza con el fin de ascender un escalón dentro del rango otorgado por el resto de internos.
El taller implicará durante los próximos meses a 15 internos, cuatro de ellos mujeres. Arranca con el objetivo de que 'los internos reflexionen y sean críticos, es decir, el objetivo que busca alcanzar el museo con todas su exposiciones y ante todos sus públicos. Hasta ahora, para nosotros, el resultado ha sido siempre positivo porque hemos conseguido que los internos se sientan protagonistas de una actividad cultural, que al desembocar en una exposición, refuerza su autoestima'.
El director de la prisión, Juan Carlos Salvador, coincidió en subrayar los beneficios que este tipo de iniciativas generan en la población reclusa.
El cuerpo sucede, como fuente de reflexión, a los objetos personales. La fuerza simbólica de una sentencia, una sandalia, un bolígrafo o una raqueta, se convirtieron el año pasado en el pretexto para analizar la carga emocional que para los internos pueden llegar a alcanzar ciertas pertenencias.

Camilo Ocampo, subdelegado del Gobierno, Rogelio Martínez, delegado de la Xunta y Xosé Carlos Sierra, director del Museo Etnolóxico, aprovecharon para dejarse caer por la inauguración.

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