Las piscinas públicas de Ourense, otro año en riesgo por la falta de socorristas

Recién estrenado el verano, comienza en Ourense la temporada de piscinas. Una temporada que se está viendo amenazada en muchos concellos del área metropolitana. Los motivos: la falta de socorristas, el retraso en la aprobación de las subvenciones de la Xunta y el elevado coste de mantenimiento.

Concellos como Toén, Nogueira de Ramuín, A Peroxa y Esgos se encuentran, a día de hoy, sin una fecha de apertura concreta para sus piscinas municipales. Todos estos ayuntamientos tienen abiertos sus procesos de selección de personal, en busca de socorristas que escasean. “De momento tenemos uno contratado, pero hacen falta dos para cubrir todo el verano. Cuando se presenta uno a la oferta, casi lo celebras”, explican desde el Concello de Nogueira de Ramuín. En A Peroxa tildan de “excesivo” el proceso burocrático para contratar personal. “Tienen que estar dados de alta en la Oficina de Emprego y con el título de socorrista actualizado. El proceso de selección es muy lento”, explican desde el Concello.

Retraso en la subvención

Álvaro Vila, alcalde de Taboadela, señala directamente a la Xunta de Galicia como causante del retraso que están sufriendo muchos concellos a la hora de abrir su piscina municipal. “Non é de recibo que unha subvención pública por parte da Xunta para as piscinas municipais saíra o 31 de maio, case as portas do verán”, explica. En el caso de Taboadela, la subvención cubre el 90% del presupuesto anual para su instalación.

El Concello se ha visto obligado a contratar el servicio de una empresa de socorristas para poder abrir su piscina. “Para abrir o día 20 de xuño como tiñamos previsto, vimónos obrigados a contratar os servizos dunha empresa que cubra a apertura e os 15 primeiros días”, explica Vila. A su vez, el regidor señala que “manter aberta unha piscina durante todo o verán é algo moi lesivo economicamente para os Concellos, pero trátase dunha política moi popular entre os veciños”.

Externalizar el servicio

Una opción cada vez más habitual entre los concellos ourensanos es privatizar la gestión de las piscinas municipales para evitar las pérdidas económicas que acarrea el mantenimiento de este tipo de instalaciones.

El Concello de Barbadás derogó en abril la ordenanza municipal que regulaba la gestión de sus piscinas y sacó a licitación su explotación. El propio alcalde, Xosé Carlos Valcárcel, esgrimió en ese momento que la tasa no cumplía el principio de equivalencia, ya que la instalación tuvo un gasto de más de 53.000 euros, mientras que los ingresos fueron de 18.400 euros.

Esta externalización del servicio no ha venido exenta de polémica. Los precios establecidos para los bonos de temporada han subido un 400% respecto a 2023. Esta medida ha desatado las críticas de los vecinos. “¿Y mis impuestos para dónde van? Menuda estafa”, “Qué pena vivir aquí toda la vida y tener que ir a otras piscinas” o “Y ya puestos que cobren los cafés a 5 euros” son algunas de las opiniones expresadas en las redes sociales del Concello. Las piscinas abrieron ayer y se espera que la temporada pueda alargarse hasta finales de septiembre.

Cristian Rodríguez, concelleiro del área de Deportes y Juventud, defiende la medida del Concello, afirmando que la situación era “insostenible”. “El servicio que estábamos dando era prácticamente gratuito, y eso para un Concello como Barbadás llega un momento que no es factible”, señala. Rodríguez Varela espera cubrir parte de los gastos en el mantenimiento de estas piscinas, y asegura no pensar en “dar marcha atrás” como consecuencia a las críticas que ve, en muchos casos, “interesadas”.

Amoeiro, también

Otro concello que ha optado por externalizar este servicio es el de Amoeiro. “Este ano serán de pago. Entra unha xerencia nova por 5 anos, máis 2 prorrogables. É a opción máis asequible para os concellos, se queremos manter o servizo das piscinas para os nosos veciños”, explica su alcalde, José Luis González. El regidor socialista también señala al gobierno autonómico por su falta de previsión para este verano. “A estas altura aínda non nos chegou a subvención para poder contratar ós socorristas. Para nós é unha traba importante”, afirma González.