Cada vez son más los que deciden alojarse en un apartamento turístico durante sus vacaciones. Esto se refleja en la oferta de viviendas de uso turístico y Ourense da buena cuenta de ello. El número de este tipo de alojamientos se ha duplicado desde la pandemia, tal y como atestiguan los datos del Registro de Empresas e Actividades Turísticas (REAT) de la Xunta de Galicia, que muestran que en Ourense hay, a día de hoy, 811 apartamentos turísticos, cuando en 2020 apenas se registraban 429. Esto se traduce en que el mercado de estas instalaciones tiene capacidad para acoger a 4.327 personas, cuando en 2020 podían dar cabida a algo más de 2.300. En el último año, se ha dado un empujón a la creación de este tipo de viviendas de uso turístico, pasando de 660 apartamentos (con 3.583 plazas) a los más de 800 actuales.
La Ribeira Sacra concentra buena parte de la oferta turística de apartamentos. Destacan casos de municipios como Castro Caldelas, concello que tiene 1.177 habitantes y que puede dar cabida a casi 150 turistas solo en pisos. Otros casos llamativos son los de Lobios (119 plazas), como principal lugar de descanso para aquellos que visitan la Serra do Xurés, o Nogueira de Ramuín, que oferta hasta 167 camas según el REAT. Villas como Allariz o Ribadavia también cuentan con una amplia oferta de 256 y 245 plazas respectivamente. Por otra parte, si en 2020 este servicio se ofertaba en 60 municipios de la provincia, hoy ya está presente en al menos 73.
Más plazas que en hoteles
Para poner en contexto el incremento de capacidad de los pisos de uso vacacional basta con hacer una comparativa con las plazas ofertadas por los hoteles en la provincia. En 2020, la provincia disponía de 4.524 camas en hoteles, una cifra que apenas ha aumentado, quedándose hoy en 4.763, con un incremento del 5%. La oferta de pisos se han disparado un 82% en el mismo periodo. Este ritmo de crecimiento apunta a que, el año que viene, ya será la oferta mayoritaria de alojamiento en Ourense.
Pero es la ciudad la que presenta un escenario más radical. En el año de la pandemia se contabilizaban 1.073 plazas en hoteles por 851 en apartamentos. Ahora la situación ha dado un vuelco y los pisos dominan el mercado, ofreciendo más de 1.500 camas, mientras que los hoteles tradicionales se han estancado en algo más de 1.100.
Pese al espectacular incremento de pisos turísticos, Ourense es el territorio gallego con menos alojamientos de este tipo. Las casi 4.500 plazas ourensanas parecen escasas si se comparan con las 14.615 de Lugo, las casi 36.000 de A Coruña o las 50.000 de la provincia de Pontevedra. Bien es cierto que Ourense es la provincia con menos población de Galicia y la única que no tiene mar, un factor diferencial en esta materia durante la campaña estival.
Más laboriosos pero más rentables que el alquiler
Un apartamento turístico tiene ventajas y desventajas, aunque cada vez son más los ourensanos que deciden apostar por una inversión que es “más laboriosa que el alquiler normal, pero también más rentable”, indica un propietario de dos apartamentos en la ciudad. Confiesa que percibe alrededor de 24.000 euros brutos anuales por ambos apartamentos aunque la facturación presenta grandes diferencias entre la temporada alta veraniega y la baja.
Una de las ventajas respecto al alquiler tradicional es que los pisos tienen menos desgaste, explica este dueño. Por contra, precisan más dedicación, ya que el inquilino requiere de una mayor atención en las entradas y salidas y de una limpieza continua por parte del arrendatario, que debe dejar todo impecable antes de recibir al siguiente viajero. Es importante el cuidado, ya que las reseñas son clave para atraer clientes, cuyo perfil es heterogéneo y suele quedarse en torno a tres noches. En Ourense ya hay dos empresas que gestionan los pisos que no atienden directamente los dueños.
