El plan de la Xunta para sacar al mercado el stock de vivienda nueva sin vender no ha cumplido, ni de lejos, las expectativas que había marcado el presidente autonómico, Alberto Núñez Feijóo, cuando lo puso en marcha el pasado mes de febrero.
En concreto, la Bolsa de Vivenda de Prezo Taxado plan pretendía movilizar 4.000 pisos en Galicia en el plazo de tres años, pero transcurridos ya ocho meses sólo oferta 51. De ellos, sólo seis de estas propiedades se encuentran en Ourense (todas en la ciudad), a pesar de que la provincia tiene más de 3.600 viviendas nuevas vacías (según datos del Ministerio de Fomento al cierre de 2011).
Además de las seis viviendas de Ourense, el programa oferta propiedades en Vimianzo (14), Vilalba (9), Burela (7), Meira (4), Carballo (4), Santiago (3), Ribeira (2) y Marín (2). En Galicia, el stock de inmuebles sin vender alcanza las 32.000 unidades, también según dicho estudio.
CONDICIONES
En concreto, la bolsa de vivienda a precio tasado proponía dar salida al stock de los promotores si ofertaban las viviendas a precios máximos similares a los de inmuebles de protección. Así, el metro cuadrado estaba limitado a 1.773 euros en las ciudades, 1.212 en municipios intermedios (que, en el caso de Ourense, son los de Allariz, O Barco, Ribadavia, Verín, Carballiño, Celanova, A Rúa y Xinzo) y 985 en los concellos más pequeños. Asimismo, el plan contemplaba un acuerdo con dos entidades financieras para facilitar el acceso a la financiación (aunque no la garantizaba), suprimiendo las comisiones de estudio y apertura del préstamo hipotecario. Mientras, para los compradores, la ventaja era no pagar gastos de notario ni registro, que correrían a cargo del promotor, ni de IBI en los primeros cuatro años si el Concello correspondiente estaba adherido al plan.
Eligio Nieto, presidente de la Asociación de Constructores de Ourense, y el único promotor ourensano que ha incluido viviendas en este programa, reconoce que el plan no ha funcionado y, de hecho, no ha vendido ninguna vivienda a través de él, argumentando que en la práctica no supone ventajas relevantes para el posible comprador. Así, explica que el precio que marca la bolsa es prácticamente similar al del mercado, lo que hace que los interesados prefieran comprar una propiedad libre (porque, entre otras cuestiones, no tienen limitado el derecho de venta, como ocurre en las viviendas protegidas).
RESTRICCIONES AL CRÉDITO
Por otra parte, el acceso a la financiación no se ha facilitado con este plan, ya que los bancos mantienen las restricciones de crédito y siguen priorizando la venta de inmuebles de su bolsa de embargos antes que los procedentes de terceros. Asimismo, a los promotores tampoco les han interesado las condiciones para poder integrarse en el plan, además de que las viviendas tenían que cumplir una serie de requisitos que limitaban su adhesión al programa.
En la presentación de esta iniciativa, Alberto Núñez Feijóo la había calificado como un plan pionero y una 'excelentísima oportunidad' para revitalizar el sector de la construcción, permitiendo que los promotores pudiesen vender las viviendas a las que no dan salida por la situación de crisis, al tiempo que facilitaba la compra por parte de los demandantes interesados en su adquisición.
No obstante, el escaso volumen de promotores y propiedades que se han acogido a esta iniciativa en los ocho meses de vigencia constata su nula efectividad para agilizar la compra-venta.
Además de las seis viviendas de Ourense, el programa oferta propiedades en Vimianzo (14), Vilalba (9), Burela (7), Meira (4), Carballo (4), Santiago (3), Ribeira (2) y Marín (2). En Galicia, el stock de inmuebles sin vender alcanza las 32.000 unidades, también según dicho estudio.
CONDICIONES
En concreto, la bolsa de vivienda a precio tasado proponía dar salida al stock de los promotores si ofertaban las viviendas a precios máximos similares a los de inmuebles de protección. Así, el metro cuadrado estaba limitado a 1.773 euros en las ciudades, 1.212 en municipios intermedios (que, en el caso de Ourense, son los de Allariz, O Barco, Ribadavia, Verín, Carballiño, Celanova, A Rúa y Xinzo) y 985 en los concellos más pequeños. Asimismo, el plan contemplaba un acuerdo con dos entidades financieras para facilitar el acceso a la financiación (aunque no la garantizaba), suprimiendo las comisiones de estudio y apertura del préstamo hipotecario. Mientras, para los compradores, la ventaja era no pagar gastos de notario ni registro, que correrían a cargo del promotor, ni de IBI en los primeros cuatro años si el Concello correspondiente estaba adherido al plan.
Eligio Nieto, presidente de la Asociación de Constructores de Ourense, y el único promotor ourensano que ha incluido viviendas en este programa, reconoce que el plan no ha funcionado y, de hecho, no ha vendido ninguna vivienda a través de él, argumentando que en la práctica no supone ventajas relevantes para el posible comprador. Así, explica que el precio que marca la bolsa es prácticamente similar al del mercado, lo que hace que los interesados prefieran comprar una propiedad libre (porque, entre otras cuestiones, no tienen limitado el derecho de venta, como ocurre en las viviendas protegidas).
RESTRICCIONES AL CRÉDITO
Por otra parte, el acceso a la financiación no se ha facilitado con este plan, ya que los bancos mantienen las restricciones de crédito y siguen priorizando la venta de inmuebles de su bolsa de embargos antes que los procedentes de terceros. Asimismo, a los promotores tampoco les han interesado las condiciones para poder integrarse en el plan, además de que las viviendas tenían que cumplir una serie de requisitos que limitaban su adhesión al programa.
En la presentación de esta iniciativa, Alberto Núñez Feijóo la había calificado como un plan pionero y una 'excelentísima oportunidad' para revitalizar el sector de la construcción, permitiendo que los promotores pudiesen vender las viviendas a las que no dan salida por la situación de crisis, al tiempo que facilitaba la compra por parte de los demandantes interesados en su adquisición.
No obstante, el escaso volumen de promotores y propiedades que se han acogido a esta iniciativa en los ocho meses de vigencia constata su nula efectividad para agilizar la compra-venta.
