Reportaje

La pobreza, en ebullición en Ourense

Las campañas navideñas de diferentes asociaciones como Amencer o Cáritas tratarán de hacer las fiestas más llevaderas a 2.300 familias ourensanas. Aseguran que la pandemia ha agravado la pobreza y apelan a la solidaridad ciudadana.

En Ourense hay cerca de 2.300 familias empobrecidas y más de 4.252 personas afectadas, una realidad que se incrementó exponencialmente después de la crisis del covid. En Navidad las campañas de sensibilización se suceden: donaciones de comida, juguetes, ropa… sin embargo, las cifras no varían el resto del año y son las organizaciones las que ayudan a cubrir servicios básicos a estas personas a las que la Administración deja de lado. 

La Operación Quilo de la asociación Amencer es un clásico de la temporada y ayer sus organizadores subrayaron la importancia de la participación ciudadana en estas fechas, cuando se hacen más patentes las necesidades sociales. Su presidente, Xulio Iglesias, recordó que el año pasado se recaudaron 16.965 kilogramos de alimentos y 7.160 de juguetes, además de 10.000 euros que se ingresaron en las cuentas de las Cáritas parroquiales. La mercancía se recaudó con la colaboración de 400 voluntarios. 

Para participar hay más de 70 puntos distribuidos en diferentes entidades de la ciudad, también se puede colaborar en la mayoría de los supermercados, o en huchas en barras de algunos bares e incluso a lo largo de 50 peluquerías urbanas. 

La presidenta de Cáritas Ourense, María Tabarés, también acudió a la presentación de Amencer y lamentó que se continúen organizando este tipo de campañas de recaudación: “A alimentación é un dereito básico, a estas alturas non tería que solventarse así, por desgracia non temos políticas centradas nas persoas nas que se garanticen os dereitos mais básicos como a comida e a vivenda”. 

El perfil del empobrecrido

El perfil de la familia sin recursos varió desde el covid. Las familias monoparentales son las que padecen más problemas de inclusión, ya que “hoy para sobrevivir son necesarias dos personas ganando dos sueldos para tener un hijo”, señala Tabarés. “No pueden conciliar y tienen que dejar sus trabajos para atender a sus hijos”, lamenta la responsable de Cáritas. También aumentó el perfil de familia en la que, aún siendo dos, le cuesta llegar a fin de mes y “eligen entre comida o calefacción”. 

Por otra parte, los jóvenes son los que más están sufriendo los efectos de la pobreza en la ciudad. “En Ourense son los más afectados porque con más edad se puede recibir una pensión contributiva. Económicamente hay mucha población que aún no pudo acceder a su primer puesto de trabajo”, explica Tabarés. También señala que recibir una pensión no exime de pasar hambre. 

Juguetes en Ponte Vella

Amigos de Galicia y el Ponte Vella se unirán como en anteriores Navidades para recolectar juguetes. Hasta 300 niños ourensanos podrían beneficiarse de esta campaña activa hasta el 21.

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