A Ponte inicia la “revolución de los balcones” contra la censura

El abandono de la locomotora de tren cabrea a los pontinos: tras la retirada de una pancarta reivindicativa, ahora los edificios que rodean la máquina cuelgan carteles de “socorro”. 

En A Ponte, si el alcalde no quiere caldo, le dan dos tazas. El barrio pontino le da la bienvenida a los viajeros que llegan en el AVE con pancartas reivindicativas que claman contra el lamentable estado de la vieja máquina del tren. La iniciativa de las asociaciones Vía Vella, Andén Primeiro, As Termas y O Pino de colocar una llamada de “socorro” sobre la locomotora, emblema ourensano que languidece por el abandono del Concello, fue solo el principio. La Policía Local no tardó ni dos horas en retirar la pancarta que pedía: “Alcalde, ¡cumple!”, después de retrasos en la promesa de rehabilitar la locomotora, una réplica casi única en el mundo (solo hay otra igual en el Museo del Ferrocarril de Cataluña). Ese intento de censura, como ya había ocurrido en Seixalbo con los que pedían mejoras en el autobús y como ocurrió después con los que solicitaron mejoras en el túnel de Ramón Puga, cabreó a los vecinos. Del enfado sacaron creatividad: en la locomotora ya no cuelga ninguna pancarta, pero los carteles de “Socorro” inundan los principales edificios que rodean a la máquina. 

“Non damos feito con todas as pancartas, hai moito movemento. A xente xuntouse tralo que pasou, dicíndonos que deberíamos seguir reivindicando e as asociacións puxémonos mans á obra”, explican desde Andén Primeiro. Esta asociación, en la Avenida de Marín, es el centro de operaciones. Pero participan el resto de entidades del barrio. “A xente estase animando e as pancartas xa están en máis sitios da cidade. Cada un pon o que pode nos balcóns”, añaden. Hay la versión sábana, para el que tiene balcón; y la versión pancarta, para las ventanas. “O que non pode ser é que teñamos que ser os veciños os que reivindiquemos as cousas, sempre detrás, cando o Concello debería cumprir”, apuntan desde las asociaciones pontinas.

En el pleno municipal de la semana pasada, el regidor ourensano respondió -a una pregunta del PSOE- que aún no estaba licitada la restauración, cuyo presupuesto superaría los 100.000 euros. Aún sin licitar, es imposible fijar plazos y, al tratarse de una obra de calado, es prácticamente imposible que cumpla su promesa en este mandato.

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