Preocupación en Ourense por el aumento de tendencias suicidas en gente joven

Imagen de la entrada del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO), donde se encuentra la Unidad de Prevención del Suicidio.
photo_camera Imagen de la entrada del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO), donde se encuentra la Unidad de Prevención del Suicidio.

Las sanitarias de la Unidad del Suicidio atienden a 90 ourensanos que intentaron quitarse la vida o tienen ideas recurrentes sobre ello

La Unidad de Prevención del Suicidio del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO) alerta del incremento de la demanda en los últimos años entre la población de 16 a 25 años. Las tres profesionales del servicio (una psiquiatra, una psicóloga clínica y una enfermera) dan cuenta de las consecuencias de la pandemia entre la salud mental de los más jóvenes: “Justo cuando empezaban su etapa de socialización se les aisló, dejaron de ir a clase, rompieron el vínculo con sus amistades, las relaciones interpersonales pasaron a ser mediadas por las redes sociales…”. Aun así, las sanitarias reconocen que el aumento de casos no solo responde al impacto del confinamiento, ya que “cada persona tiene su historia personal” y son muchos los factores a tener en cuenta.

En esta misma línea, el Observatorio del Suicidio en España apuntaba en 2021 que el suicidio es ya la principal causa de muerte entre la población de 15 a 29 años, por encima de los accidentes de tráfico y de los tumores. Expertos forenses aseguran que el riesgo es mayor entre los menores que forman parte del sistema de protección (tutelados por una administración, adoptados o en régimen de acogimiento): la tasa es cuatro veces mayor que entre el resto de jóvenes.

90 pacientes

El servicio del CHUO atiende actualmente a 90 ourensanos de diversas franjas de edad, siempre a partir de los 16 años. Los pacientes llegan al servicio después de haber intentado quitarse la vida o tras presentar ideas sobre ello. “Les hacemos un seguimiento intensivo durante seis meses y luego se valora la situación, la persona puede necesitar más terapia o puede ser dada de alta, aunque pasado un tiempo hacemos revisiones puntuales telefónicas para saber cómo están”, explican las profesionales. En el inicio del tratamiento las consultas son semanales, después, quinquenales y, finalmente, mensuales. El objetivo es prevenir tanto los intentos de suicidio como los pensamientos recurrentes sobre el tema

La unidad nació en 2009 en la provincia como un proyecto pionero entre los hospitales gallegos, y desde su creación ha contribuido a mejorar la salud mental de más de 2.000 ourensanos. 

Escuchar, la clave

Las profesionales enfatizan el papel de la visibilización y la concienciación de la población en el combate contra el avance del suicidio (la provincia registró en 2022 la cifra más alta del último lustro, 38 muertes). En ese sentido, hablan de los numerosos mitos existentes en la sociedad, tales como que “el que se quiere matar no lo dice”, que se hereda de padres a hijos, que la persona cuenta con algún tipo de patología mental o que lo hace para llamar la atención. “Desmontar esos mitos es trabajo de mucho tiempo, es necesario contraponerlos con la realidad. Por ejemplo, sabemos que de cada 10 personas que se suicidan, 9 ya lo han dicho. El problema es que estas ideas todavía están muy presentes en el imaginario”, apuntan. En positivo, destacan algunos cambios en los últimos años: “Ahora se habla mucho más, y gracias a eso muchas personas saben que no están solas, que no solo les ha pasado a ellas”. 

Las sanitarias recuerdan la importancia de verbalizar el pensamiento de suicidio para así poder encontrar ayuda. “Es muy importante decírselo a alguien, o ir al médico de cabecera, o a urgencias. Hay personas que no se lo dicen a su médico, pero sí al amigo, al familiar, y esta persona puede decirle que vaya al médico, o acompañarlo incluso”, señalan. La mejor ayuda para los pacientes es la escucha por parte de sus allegados: “La escucha es clave en la prevención por lo que decimos, porque nueve de cada 10 exteriorizan su intención de suicidarse. Quizás la persona a la que se lo cuenta no puede ayudarle directamente, pero puede buscar a alguien que sí pueda hacerlo”. 

Además, los afectados también cuentan con la posibilidad de llamar al Teléfono de la Esperanza (717 00 37 17) o al 024, la línea de prevención del suicidio del Ministerio de Sanidad.

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