El exterior de la residencia de Santa Cruz es verde y amarillo. Las flores de las mimosas se mezclan con la vegetación autóctona y los huertos de las casas. El ambiente es de total tranquilidad. Al entrar, un ‘hall’ da paso a un pequeño tramo de escaleras que conducen a una amplia sala. A la izquierda, las paredes tienen motivos de conejos de pascua, flores amarillas -como las del exterior- y coronas de papel.
A la derecha, un grupo de mesas donde los mayores están ocupados. “A mí me gusta mucho pintar”, asegura Mari Carmen González mientras enseña una ficha donde se lee en grande “primavera” con flores coloreadas. A su alrededor se sientan Rosa Veloso González, Dosi Vázquez Ramos y Carmen Fernández Romero, que también exponen sus obras. “Los floreros son mis favoritos porque quedan bonitos, mira” y muestra un florero en el medio de la mesa.
A falta de decorador de interiores, los usuarios disfrutan y exponen su arte, dando rienda suelta a su creatividad. “É algo moi importante non só a nivel cognitivo, senón tamén para a súa autoestima”, como explica Carolina Rodríguez la educadora social del centro porque “danse apoio entre eles, se animan: ‘que ben che quedou’ e valoran o seu traballo”.
Detrás del grupo de mujeres hay otra mesa con tres personas. En la cabeza se sienta Celso González Gil, un hombre grande con boina, que recorta mariposas de color rosa. Celso muestra las manualidades y señala un jarrón grande con pompones en una estantería. “Iso tamén fíxeno eu”, asegura. Celso explica que él hace “de todo” y que “veñen fisioterapeutas a dar ximnasia”, su actividad favorita.
“Pero eu fágoa só” y se levanta encogiendo una pierna y estirando el brazo. Asegura que no le cuesta porque fue “bombeiro durante 18 anos en Carballiño”. Señala que antes su actividad favorita “era conducir coches, motos, tractores…” pero ahora juega a las cartas con Mari Carmen, su compañera de mesa.
Experiencia Activa
Las actividades del centro de la Fundación San Rosendo son variadas. La coordinadora las explica: “Desde talleres de orientación á realidade con referencias ao día no que estamos, a semana, a estación; psicoestimulación cognitiva, con xogos e fichas; e psciomotricidade con talleres de ximnasia”. “As actividades están adaptadas a cada persoa” -continúa Carolina Rodríguez- “son eles os que me van dicindo o que queren facer”. Pone ejemplos: “xa lles deixo preparado o ovillo para a calceta, os recortes, as cartas…” e insiste en que “é esencial para poder lograr un envellecemento activo”. Un término que la OMS define como: “La optimización de las oportunidades de salud, participación y seguridad” y que se resume en el conjunto de actividades y cuidados que mejoran la vida y mantienen las capacidades de las personas que envejecen, como las de Santa Cruz, de la mejor forma posible.
