Las protectoras de Ourense acuden al rescate

La suya es la historia de quien ayuda sin esperar nada a cambio. Solo con el objetivo de una segunda oportunidad a los animales que cada día son abandonados en nuestra provincia. Labor que llevan años desempeñando las dos protectoras que colaboran con la red provincial. Agallas es una de ellas. Esta asociación sin ánimo de lucro lleva cinco años rescatando canes de la perrera comarcal de Xinzo de Limia para darles una segunda oportunidad a través de la adopción. El cielo de los perros de Valdeorras está en Jerez Desde hace poco más de un año su presidente es Alberto Ramírez, que nos acerca al trabajo diario de su protectora. “Como asociación de protección animal, nuestro principal objetivo es salvar vidas”, señala como punto de partida de Agallas. El convenio de colaboración firmado con la Diputación en 2021 les permite acudir al refugio de animales de Xinzo de Limia para sacar fotos de los perros y de esta manera poder difundirlos en redes sociales para encontrarles una nueva familia. A ello hay que sumar el refugio propio con el que cuentan actualmente, situado en el Alto del Cumial y limitado a un máximo de diez animales. La asociación Agallas también maneja otra variante para los perros que no pueden ser llevados, por sus condiciones, a un refugio. “Para los perros que ya son mayores, que están enfermos o han sido atacados en la perrera, o incluso para perras embarazadas, tenemos familias de acogida. Se trata de gente de confianza que cuida de todas las necesidades del animal. Además, desde la asociación pagamos los gastos veterinarios y de alimentación”, explica el presidente. Las familias de acogida pueden ser temporales, paso previo a que el perro llegue a una familia de adopción. O definitivas, que suelen acoger a los mencionados perros de más edad o que tienen alguna enfermedad grave. “En estos casos sabemos que son perros que por sus características no van a ser adoptados y por eso le buscamos una familia de acogida”, nos cuenta Alberto. El proceso a seguir en caso de querer adoptar un animal es el siguiente: “En caso de interés por alguno de los perros que subimos a redes, nosotros enviamos un cuestionario a la familia interesada y además les hacemos una entrevista para conocer en qué situación va a vivir el animal. De esta forma tratamos de evitar que quien adopte lo haga para tener al perro atado o simplemente para cuidar de una finca”, afirma el presidente de Agallas. Si el proceso fructifica, el paso final sería la formalización del contrato y el pago de las tasas correspondientes. El año pasado, de los 202 perros que entraron en la perrera comarcal de Xinzo de Limia, Agallas logró dar salida a más de un centenar de perros. La asociación tramitó directamente 33 adopciones en la provincia, mientras que 74 perros fueron adoptados a través de los contactos con otras asociaciones en el resto de España e incluso en el extranjero. Ahora mismo, bajo su tutela, cuentan con una treintena de perros. Desde la protectora explican que un problema recurrente en los últimos años en lo relacionado con el abandono animal es el envejecimiento poblacional. “El 50% de los perros que están entrando en la perrera son de gente mayor que entra en una residencia de mayores y ya no puede cuidar del perro”, apunta Alberto. Desde Agallas también señalan que para que su labor tenga continuidad debe de haber un mayor apoyo económico por parte de las instituciones.