La advertencia de los sindicatos de educación en Ourense se cumplió: el curso que viene cerrarán 11 aulas en la provincia por falta de alumnado. El Diario Oficial de Galicia publicó ayer las supresiones de unidades y Ourense salva, un año más, el cierre de centros. Echando la vista atrás, la radiografía de la educación ourensana deja 18 colegios cerrados y 141 aulas clausuradas en los últimos 20 años. Este curso serán 11, tres de ellas en la ciudad. De hecho, uno de los centros más afectados por los cierres es el CEIP de Prácticas, que pierde una unidad de Infantil y otra de Educación Especial.
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En cuanto a la tipología de unidades, seis de las que se clausuran pertenecen a Infantil, mientras que tres son de Primaria y dos de Educación Especial. La presencia significativa de aulas de Infantil es acorde a la crisis de natalidad actual, por lo que los primeros cursos de escolarización reciben cada vez menos niños.
El CEIP Filomena Dato, en Barbadás, es el otro centro -junto al CEIP de Prácticas- que pierde dos aulas en la provincia. En este caso, también se suprimen en Infantil y en Educación Especial.
En el resto de casos, los colegios pierden un aula. Los afectados son el CEIP Padre Feijóo de Allariz; el CEIP San Salvador de Arnoia; El CEIP Plurilingüe Calvo Sotelo, en O Carballiño; el CEIP A Ponte, en la ciudad; el CEIP Plurilingüe Ribadavia, el CEIP Princesa de España, en Verín y el CEIP Rosalía de Castro, en Xinzo.
Por otro lado, el DOG publica un total de 14 puestos de trabajo suprimidos en centros de la provincia. Pertenecen a Infantil, Primaria, Audición y Lenguaje, Pedagogía Terapéutica y Orientación.
La CIG, el sindicato mayoritario en Educación en Galicia, señala que “como en todos os cursos, a falta de transparencia da Consellería impide coñecer a diminución de docentes noutras etapas, fundamentalmente Secundaria e Bacharelato”.
Para el sindicato, “a Consellaría acomete un dos maiores recortes dos últimos anos coa supresión de 89 prazas e 60 unidades só en Infantil e Primaria en Galicia, aplicando as tesoiras de forma indiscriminada sen ter en conta o mantemento do ensino no rural nin aproveitar para baixar as ratios”.
Según fuentes educativas, el colegio de Beariz se mantuvo este curso en la cuerda floja, pero las matriculaciones finales permitieron que este centro rural resista, al menos, un curso más.
