La salida de la pandemia ha pasado factura al músculo empresarial de la provincia, que a lo largo de 2022 registró la mayor caída de empresas en lo que va de siglo, dejando por el camino a centenares de pymes que sobrevivían en su mayor parte casi sin trabajadores. Según los datos del Directorio Central de Empresas, que este jueves publicó el Instituto Nacional de Estadística (INE), con datos a 1 de enero de 2023 había en la provincia un total de 20.839 empresas en la provincia, lo que supone un descenso de 1.534 respecto al inicio de 2022 (mayor descenso interanual en lo que va de siglo) y 2.327 menos que antes del estallido de la pandemia.
Salida de la pandemia
La desaparición de los mecanismos de ayuda para la sostenibilidad empresarial (como los ERTE) con la paulatina salida de la crisis del covid, así como el progresivo envejecimiento de la población, que provoca jubilaciones masivas de autónomos, está detrás de esta contundente caída producida en el último año. La construcción, el comercio y la hostelería lideran las caídas de empresas en la provincia, siendo además las que mayor número de autónomos tienen. En el lado contrario, las empresas inmobiliarias, las gestorías y las actividades deportivas son las que más músculo empresarial han ganado a lo largo de 2022.
Crisis de autónomos
La crisis de los autónomos parece no tener fin y según los datos adelantados por la Seguridad social a lo largo de 2023, los trabajadores por cuenta propia han tocado ya mínimos históricos a finales de noviembre de este año. Ya son solo 22.753. Con estas cifras, todo hace intuir que el avance del año que viene del Directorio Central de Empresas seguirá recogiendo la caída en el número de empresas en la provincia.
Muy lejos quedan ya los datos del año 2008, antes de estallar la crisis financiera, cuando en Ourense se alcanzó un techo máximo de 23.711 empresas en activo. La desaparición progresiva de los autónomos, al empezar las jubilaciones masivas y ante la falta de relevo generacional en los oficios más tradicionales, está detrás de esta brusca caída. Así, analizado por tipo de sociedades, en el último año se perdieron hasta 760 empresas personas físicas (trabajadores por cuenta propia), lo que provoca que estos supongan más de la mitad de la pérdida total del músculo empresarial. Además, se perdieron otras 538 sociedades limitadas, en la mayor parte de los casos formadas por un único socio.
Empresas más grandes
Una de las realidades que se están produciendo en la provincia es la concentración en grandes empresas y la desaparición de los más pequeños. De hecho, de las 1.534 empresas que se han perdido en el último año, un total de 1.291, es decir, la inmensa mayoría, no tenían ningún asalariado a su cargo.
Por otra parte, han crecido de 247 a 253 las empresas que tienen entre 20 y 99 asalariados, de 31 a 34 las que tienen 100 o más empleados y de 1 a 3 las que tienen más de 200 trabajadores a su cargo. Es decir, la reconversión es clara, cada vez empresas más grandes en la provincia y, poco a poco, desaparición del minifundismo empresarial.
La cara y la cruz de la evolución de las empresas por sectores
La cara y la cruz del músculo empresarial tiene sectores claros y definidos. Un repaso del avance a lo largo del 2022 de las empresas por ramas de actividad (ver página 3) muestra las que crecen y los que se despeñan. El mayor avance se da en el sector inmobiliario, sanitario, gestorías, actividades deportivas y de ocio, alojamiento, actividades artísticas, servicios informáticos o las actividades relacionadas con los servicios sociales.
En el lado contrario, comercio, hostelería, construcción y transportes -los que más empresas tienen- son los sectores que más unidades empresariales están perdiendo.
