Ourense y las otras tres provincias gallegas estarán desde este próximo lunes en fase 3, como la mitad de España, y será la Xunta de Galicia la que maneje las condiciones del proceso de desescalada -aunque mantiene dudas sobre el procedimiento- y la que decida si la "nueva normalidad" entrará en vigor el 21 de junio o se adelanta. El anuncio, realizado este viernes por el ministro de Sanidad, Salvador Illa, genera "gran confusión" a tan solo dos días de su puesta en marcha, apuntó el presidente autonómico, Alberto Núñez Feijóo, que pidió que se esclarezcan las competencias.
La Xunta presentó ya ayer la solicitud formal para que la orden ministerial que se publicará hoy en el Boletín Oficial del Estado (BOE) refleje la autorización de facilitar la movilidad dentro de la comunidad. Y es que la movilidad interior de Galicia será otra de las variables que se introducen en la nueva fase. "Espero que los presidentes autonómicos seamos la única autoridad para tomar la decisión sobre la libertad de movimientos dentro de cada comunidad", dijo ayer Feijóo, que indicó que las decisiones gubernamentales son "contradictorias" porque, señaló, una cosa es que puedan proponer, y que el Ejecutivo las autorice, "que es lo que se desprende de lo dicho por el ministro", y otra decidir, que es lo prometido por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
La orden que salga hoy en el BOE deberá definir las flexibilizaciones que la Xunta podrá poner en marcha en la fase 3, aunque el plan de desescalada que había marcado el Gobierno el pasado fin de semana para esta etapa en Canarias y Baleares marcaba que se pueden reabrir gimnasios y salones de juego y apuestas, además de aumentar aforo de las terrazas al 75% y permitir el uso de la barra en hostelería.
Otra de las novedades de la fase 3 que comienza el lunes es la duración, ya que la Xunta podría decidir poner fin a esta etapa y pasar a la "nueva normalidad" antes de que transcurran los habituales 14 días entre fases. Feijóo eludió ayer asegurar si se iba a adelantar, "a la espera" de conocer sus competencias
Comunidades que avanzan
El Gobierno también confirmó ayer el pase a la fase 3 de desescalada el lunes de toda Andalucía, Aragón, Asturias, las Islas Baleares, Cantabria, Extremadura, La Rioja, Navarra, Murcia, País Vasco, Canarias y la ciudad de Melilla. También avanzaron en Castilla-La Mancha las provincias de Guadalajara y Cuenca, como proponía su gobierno autonómico; y en Cataluña lo hacen las áreas sanitarias del Alto Pirineo y Arán (Lleida), Tierras del Ebro y Camp de Tarragona (Tarragona).
A fase 2 pasarán la Comunidad de Madrid y Barcelona, entre otras, mientras que la Comunidad Valenciana decidió permanecer. No se permitirá la movilidad entre comunidades autónomas en fase 3.
Los sectores que están en el "limbo" esperan ahora resolver sus dudas
El BOE deberá disipar este sábado las dudas que se le plantean ahora a las autonomías, aclarando qué competencias son las que dispondrá la Xunta, que en principio y según había avanzado el ministro de Sanidad, Salvador Illa, sería la "gobernanza total". Corresponderá, por tanto, a la Xunta de Galicia disipar dudas, como la que se plantea a la hostelería, que ayer mismo pedía a través de su patronal española rectificar las "medidas extremas de aforo y distanciamiento" en fase 3 para evitar mayores perjuicios a sus negocios.
Otro de los "conflictos" que deberá resolver la Administración autonómica corresponde a los bares de ocio nocturno y discotecas, cuya suspensión de actividad preveía el Gobierno central en fase 3. La Federación España de Noche alertaba ayer de que impedir su apertura provocará una oleada de cierres,y piden en fase 3 un protocolo con medidas de prevención y un aforo máximo del 66% por establecimiento.
Otro de los puntos que deberá aclarar la Xunta en las pautas de desescalada competen al ocio infantil, en este caso relacionado con los parques tanto al aire libre como cubiertos, que carecen todavía de una normalidad concreta.
Otra de las dudas importantes para la economía ourensana que podría resolver la Xunta es la reapertura del termalismo, sobre todo en un momento en el que se permitirá el turismo activo entre provincias gallegas, mientras las termas públicas de la provincia permanecen cerradas.
