El dinero del cajero automático se les resistió en el atraco a la sucursal de Abanca en Ourense
Fuentes de la investigación confirmaron que el botín que se llevaron los ladrones ronda los 30.000 euros, si bien este periódico pudo confirmar que no se llevaron todo lo que querían. Además de apoderarse de todo el dinero de la caja fuerte y del depósito, pretendían llevarse también los fondos del cajero automático y obligaron a un a empleada a desbloquear el mismo, si bien esta apertura tiene un retardo muy elevado, y los atracadores se marcharon antes de que este se abriese por temor a ser pillados in fraganti.
A la zona se acercó una unidad del 061 para atender a una empleada por una crisis de ansiedad motivada por la situación vivida. Posteriormente, se acercaron a la sucursal cargos institucionales de Abanca para hablar con los trabajadores, así como compañeros de otras oficinas.
La Policía Nacional comenzó ayer a recoger las declaraciones de los testigos.
