Pasaban veinte minutos de las dos del mediodía cuando la alerta saltó en la Policía. Tres personas habían irrumpido en la sucursal bancaria de Abanca, desde la entidad se avisaba de un atraco en la oficina de la calle Marcelo Macías de Ourense.
Los tres asaltantes entraron en la sucursal bancaria armados, a punta de pistola y, según testigos, camuflados con pelucas, antifaces y gafas. En el interior de la oficina, en el momento del robo, no había clientes.
Momentos de tensión
Los tres empleados vivieron momentos de tensión cuando los atracadores les encerraron a los trabajadores en un cuarto de baño y les amenazaron con el arma apuntando a su cabeza para que les entregaran el dinero que exigían.
Según las primeras informaciones, a las que ha tenido acceso La Región, ninguno de los retenidos ha podido identificarlos. Los asaltantes, que huyeron de la zona, habrían escapado con un botín cuya cuantía no ha trascendido por el momento.
Alarma en el barrio
En pocos minutos, agentes de la Policía Nacional y la Policía Local acudían a las oficinas y acordonaban la zona. Vecinos de la calle Marcelo Macías veían como los agentes rastreaban la zona y miraban los rincones y papeleras en busca de alguna pista o rastro que hubiesen podido dejar los delincuentes.
Los viandantes y vecinos también se vieron sorprendidos por el sonido de las sirenas de la oficina bancaria y por el cordón policial que se desplegó en la calle.
Los agentes de Policía iniciaron las investigaciones en torno a este robo bancario y tomaron declaración de los empleados. No se registraron heridos.
Se han acordonado las salidas de Ourense para trata de evitar la huida de los atracadores.
La operación permanece abierta.
