Por qué es naranja el Alpinche

Le enseñaba a otros a hacer anotaciones de cómo eran las carreteras y asistía a cualquiera en un rally, aunque fuese competencia. “Un hombre desprendido, quería enseñar su afición”. Así definieron ayer a Lalao Reverter, uno de los padres del automovilismo e impulsor del Rally de Ourense, los que le conocieron bien. El Alpinche, esa mezcla de Alpine y Porsche que este ourensano inventó hace medio siglo y que se muestra en el Centro Cultural Marcos Valcárcel, fue el protagonista de la ICC Week con la exhibición del vehículo totalmente recreado. “O Alpinche, exemplo da creatividade aplicada á competición”, fue el título de la mesa redonda sobre esta gesta en la que participaron Luis Reverter, presidente de la Fundación Estanislao Reverter; Ricardo Muñoz, periodista y piloto; José Luis Sala, copiloto del Alpinche y José Luis Díaz Cortizo, electricista y uno de los creadores del Alpinche. Fueron estos últimos los que ofrecieron curiosidades sobre Lalao y su creación.

José Luis Sala, copiloto del Alpinche, confesó que “jamás imaginé, después del golpe que tuvimos en el 75, que el coche se volviera a rehacer. Esto es increíble”. Entre las anécdotas, recordó aquella en la que les dieron el alto con metralletas: “Era en época de ETA. Nos desvalijaron todo el coche, encontraron la llave de un gato perforado y creyeron que era un silenciador. Al final nos dejaron marchar”.

Cortizo explicó que antes de que el Alpinche saliera, se prepararon varios coches. Tiró de anotaciones y fue enumerando: un Alfa Romeo, un Porsche, un Seat, un Mini Cooper… El electricista contó anécdotas de Reverter: “Se adelantó con la megafonía. No oía del izquierdo y nos inventamos un micro y un auricular interior. En un rally se enfadó y sacó todos los cables. Siempre había que llevar de repuesto”, contó Cortizo. Lalao también sería “el primer piloto español en hacer notas en los tramos”. Reverter contó que la recreación del Alpinche que ahora se exhibe tenía cinco versiones. “Hicimos la cuarta, la más musculada. Quisimos mantener todas las piezas que nos quedaban del coche”. Ricardo Muñoz valoró la recreación del Alpinche como “muy fiel”, anotando que “yo vi nacer y morir el Alpinche. Y Reverter puso a Ourense en el mapa”.