Lo que esconde el rural de Ourense: terapia con animales, voluntariado y recuperación del agro

Esgaia Inserta está en Paradela, entre Coles y Vilarchao. Es una asociación que ofrece terapia con animales, voluntariado intergeneracional y labores de recuperación del agro gallego. Al llegar, Sonia Gómez, la secretaria de la asociación, abre las hojas de un portal de hierro para dejar paso al coche. Con un gesto, indica que el espacio está libre para aparcar: la finca es gigante. Se escuchan perros y al caminar con ella, empieza a oler a cuadra. Una cerdita observa atenta y otros dos Vietnamitas olfatean el suelo cerca de ella. Sonia, nerviosa, sostiene unas carpetas para explicar los detalles sobre el programa Mentoring. “É unha iniciativa da Xunta para a inserción laboral de mozos de entre 18 e 30 anos, en paro, apuntados á Garantía Xuvenil do Servicio Público de Empleo (SEPE)”. En Ourense, Esgaia Inserta fue una de las asociaciones seleccionadas para participar y “sorprendeunos gratamente”, detalla la secretaria. Tenían que seleccionar a 20 chavales para hacer prácticas remuneradas por 600 euros, en varias empresas y asociaciones del sector agropecuario, forestal y jardinería (Esgaia entre ellas). Obtuvieron 75 solicitudes, en tres días. Según Sonia, las empresas tienen necesidad de “contratar a xente”. “Son traballos moi ben remunerados, pero non hai persoal que quera acceder a eles”. El recinto de Coles es la matriz del programa. Además de aprender los oficios en las empresas de martes a viernes, cada lunes tienen una jornada de formación para el empleo, impartida por el pedagogo y orientador sociolaboral Daniel Casuso. Hacen talleres para perder el miedo a las entrevistas, salir de la zona de confort o exponer soluciones e ideas para el trabajo en el sector. Muchos de los chicos y chicas tienen título universitario. Es el caso de Elena Miranda, una coruñesa de 29 años graduada en Biología por la USC. También tiene el Máster de Profesorado, pero “nunca conseguín traballo do meu e tirei centos de currículos”. Opositó “para axente medioambiental” y postuló para “técnico de impacto medioambiental, pero pídente experiencia previa sempre”. Así que “quería unha oportunidade” y la encontró en Esgaia. Está ilusionada porque “aprendo a coidar dos animais e estou en contacto coa natureza, que é o que quería”. Asegura que no le importaría quedarse a vivir allí. Iván Álvarez es un electromecánico de 30 años. “Entrei polos pelos no programa”, bromea. Iván tiene bastante experiencia en lo suyo, pero “tiña ganas de traballar no monte”. Dejó su último tra2bajo porque “estaba farto de estar amargado en empresas e marchar ós 6 meses”. Vio que con el Mentoring podía hacer prácticas en una “empresa madeireira”, Garza Forestal, y se lanzó. “Estou moi ilusionado. Aínda que non fixeras nunca nada, ensínante ben e nótase que lle teñen cariño ó traballo. É diferente a maneira de tratar a alguén cando che gusta o que fas, de cando estás porque tes que estar”. Por su parte, Diego Enríquez es un veinteañero que llegó al rural de Ourense con su familia desde Caracas, en el 2019. “Nunca había visto animales. Estar trabajando y que te arrimen la cabeza es lo más gratificante. También me encanta el tractor”. Alejandro Fernández, de la misma edad, decidió coger laexplotación ganadera de su abuelo cuando se jubiló: “Ían vender as vacas e quedeimas eu”. Quiere aprender bien el oficio y está en la asociación Acouga