La mujer que implicó al dueño del club de alterne 'Felinas', de Riós, Agostinho José da Silva, y a un cuñado, Dennys Pereira, en el atraco perpetrado por dos encapuchados en el supermercado Cash Record de Verín, el 28 de enero de 2012 (Da Silva no como autor material pero sí como cooperador) plantó ayer el juicio en la Audiencia provincial. La principal testigo de cargo de la fiscal, ya que fue quien los denunció ante la Guardia Civil, recogió la notificación judicial pero no acudió a la vista, por lo que será de nuevo citada bajo apercibimiento de que podría ser detenida.
La testigo trabajaba en el citado club y, según el dueño del local, actuó por resentimiento, ya que la mujer, oriunda de Brasil, se quería ir sin abonar los 300 euros que adeudaba por su estancia en el club, de ahí que pensaba denunciarla. 'Mi representado acudió a la Guardia Civil y ella reconoció la deuda y se comprometió a abonarla en unos días, pero dos días después de abandonar el club acudió al cuartel y denunció a Agostinho', aseguró Elena Domínguez Taberna.
La mujer, de esta forma, según añade, 'no abonó la deuda, se le revocó la orden de expulsión que tenía abierta y se le concedió la tarjeta de residencia'. Pero a juicio del dueño del prostíbulo, había otra razón en la que sustentaba la mujer su resentimiento: quiso tener relaciones con él, pero la rechazó porque estaba casado.
Aún así, la fiscal acusa tanto a Agostinho José da Silva como Dennys Pereira por un robo con intimidación por lo que les pide cinco años de cárcel.
Además, añade cuatro más para el primero por tráfico de drogas (en el registro en el club aparecieron 92 gramos de marihuana, 2,1 de cocaína y 7,6 de hachís) y dos años y medio de prisión para el otro inculpado por tenencia ilícita de armas.
La Audiencia acordó ayer la libertad provisional para este último (el único encarcelado por esta causa) ya que en febrero se cumplirían dos años de su ingreso en prisión (el máximo permitido si no se prorroga).
La mujer, de esta forma, según añade, 'no abonó la deuda, se le revocó la orden de expulsión que tenía abierta y se le concedió la tarjeta de residencia'. Pero a juicio del dueño del prostíbulo, había otra razón en la que sustentaba la mujer su resentimiento: quiso tener relaciones con él, pero la rechazó porque estaba casado.
Aún así, la fiscal acusa tanto a Agostinho José da Silva como Dennys Pereira por un robo con intimidación por lo que les pide cinco años de cárcel.
Además, añade cuatro más para el primero por tráfico de drogas (en el registro en el club aparecieron 92 gramos de marihuana, 2,1 de cocaína y 7,6 de hachís) y dos años y medio de prisión para el otro inculpado por tenencia ilícita de armas.
La Audiencia acordó ayer la libertad provisional para este último (el único encarcelado por esta causa) ya que en febrero se cumplirían dos años de su ingreso en prisión (el máximo permitido si no se prorroga).
